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La voz del profesor nunca había sido tan aburrido

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La voz del profesor nunca había sido tan aburrido.

Sus ojos se sentían pesados y ya era un gran esfuerzo mantenerlos abiertos y no caer en los brazos del Morfeo. Su cabeza tambalea de un lado a otro pero volvía a estar erguida nuevamente. Acomodó sus mejillas entre sus pecosas manos para mantener su cabeza estable, cerró sus párpados un momento.

Ah, leer ese fanfic de wattpad fue una mala idea después de todo.

— Mizu...

Aunque no se arrepentía. Sentía que no podría haber dormido si no hubiera leído unos capítulos más, y en cuanto terminó de leer los capítulos restantes había dormido como un tronco.

— ...Haru...

Pero no se había dado cuenta de que ya eran las tres de la mañana. Además, su celular no había cargado en lo que restaba de la noche y su alarma nunca sonó.

— ¡Shimizu Haru!

El grito de su profesor lo asustó por un momento, se levantó de su asiento al instante de haberlo escuchado y su voz titubeante se hizo presente en el salón.— ¡S-Sí maestro! — Escuchó las risas de sus demás compañeros, sus mejillas se tiñeron de un leve color carmín, se encogió de hombros al sentir la penetrante mirada del mayor.

— ¿Está siguiendo la lectura acaso?

— N-No señor, lo lamento...

Nuevamente las risas de los demás no se hicieron esperar. El profesor los hizo callar de inmediato y éstos obedecieron para no ser castigados. Un sonoro suspiro se escapó de sus labios.— Espero que no vuelva a ocurrir para la próxima.— Haru asintió con un movimiento de cabeza.— Ya, siéntate, Hayashi Sakura, siga usted con la lectura.

— Si profesor.

La chica que se sentaba atrás de él se levantó de su asiento, mientras tanto él se sentó. La voz de su compañera fue a un segundo plano al escuchar los murmullos de los demás respecto a él; no le gustó en lo absoluto. Sentía su rostro y orejas calentarse por la vergüenza. Con la ayuda de su cuaderno empezó a tirarse viento para poder refrescar su cara, se regañaba a sí mismo en quedarse despierto, aún no terminaban las clases.

"Tonto, tonto. Eres un grandísimo tonto."

A sus adentros se hizo replantear la idea de leer en la madrugada, pero en el día solía estar más ocupado ayudando a su madre en los quehaceres del hogar, también en sus estudios y cuando podía iba hacia la cafetería y hablar un poco con Mera. Una sutil sonrisa de posó en sus rasgos en pensar en ella. Elevó su mirada para ver el reloj que se encontraba colgado encima del pizarrón, solamente faltaban unos diez minutos para la hora de almuerzo.

Los minutos que pasaron fueron tortuoso para él, pero finalmente la hora de la salida llegó. Anotó la tarea que había dictado su profesor y agarró su bento junto a otro más pequeño. Se levantó de su asiento para poder irse del salón pero un golpe en su hombro lo hizo tambalear a un lado. Volteó su cabeza al culpable.

© Constelaciones [ Saiki K ] Where stories live. Discover now