© Constelaciones [ Saiki K ]

© [ 14 ]

Haru amaba a su padre.

Realmente lo hace. En sus recuerdos siempre lo veía sonriendo gentilmente. Lo levantaba y lo ponía sobre sus anchos hombros, agarrando sus pequeñas manitas decoradas con esas pecas que tanto aborrecía.

Amaba a su papá porque él decía que no tenía nada de malo en tener pecas, y que tenía que ignorar lo que decían los niños a sus espaldas. Los niños a esa edad solían ser tan duros con él; pero ni siquiera eran conscientes del daño que le causaba esas burlas.

Él podía aguantar, si su papá estaba a su lado, él podía vencer cualquier burla. Tenía las fuerzas suficiente para aguantar todo. Porque su papá era su héroe.

¿Pero qué pasó? ¿Por qué? ¿Acaso hasta su padre se cansó de él?

Desde que consiguió otro trabajo, ya no tiene ni un recuerdo bueno de su progenitor.

Llegaba cansado a casa, solamente venía a descansar. Ni siquiera le dirigía la mirada, esos gentiles ojos que antes brillaban, ahora solamente eran unos cansados carentes de brillo. Su madre estaba peor, el poco amor que el hombre le brindaba ya le estaba agobiando.

Tuvo miedo de que se separaran. Eran tan felices los tres juntos.

Pero su madre simplemente le daba caricias en su espalda, diciendo que no se separaría de su esposo. Después de todo, sólo lo hacía para mantener a la familia y a que no le faltara nada ¿Pero no se daban cuenta de que le faltaba su padre?, no le importaba vivir en las ruinas si eso significaba que él volvería, y que todo fuera como antes.

No importaba si él se sacaba buenas calificaciones. Si fuera el primero de la clase. Que fuera bueno en la cocina o que tuviera especialidad en el arte. Todo lo que hacía para que su padre posara sus cansados ojos en él era completamente en vano.

Todo aquello le hizo tener un miedo inconmensurable ¿Qué sucedería si su madre también toma ese camino? estaría completamente solo. Ni siquiera tendría un hermano a quien apoyarse cuando sus progenitores no estén.

Estaría hundido en un mundo consumido en la oscuridad. Y a Haru le asusta la soledad.

— ¿Haru-kun?

La voz lejana de la peli roja se hizo presente en su cabeza. Desvió sus dorados ojos de su taza que contenía su café amargo, ahora estando fría por no haberselo tomado a tiempo. Conectó su mirada con los ojos llenos de preocupación de Mera.

— ¿Estás bien? — Sintió como la cálida mano de la fémina se aferraba a su hombro. La siguió observando en completo silencio. Apreciando los rasgos de esta y como aún no desviaba sus ojos con las de él. Sus ojos eran tan amables y los sentimientos tan reales.

Ah, no estaba solo, ya no.

No pudo evitar sonreír con dulzura a la chica. Colocando su mano encima de ella con delicadeza. Soltó un suspiro que no sabía que contenía.

— Estoy bien, Mera-chan.

Ella lo valía. Su primer amiga.

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Holiu.

Quería profundizar la, ahora, oficial amistad de Mera con Haru. También aclarar que este último no la consideraba como una amiga antes, pero con este capítulo se dio cuenta de que ella si lo considera como uno. Él la aprecia.

Por ello la ausencia de Saiki(?).

Espero que estén bien. Laven sus manos. Las amo a todes ahq ikskdks. Love yourself. 💜