© [ 33 ]

1.9K 395 256
                                    

Haru abrió la puerta de su casa al momento de llegar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Haru abrió la puerta de su casa al momento de llegar. Tomó aire como pudo, había corrido desde que había salido de la cafetería luego de hablar con Mera. Sintió sus orejas rojas ante la corrida, al igual que su acelerado corazón e intranquila respiración; se dio un descanso mínimo para no preocupar a sus padres.

Arregló su traje escolar y se fijó en su caja de regalo por parte de la cafetería Mami, donde en ella contenía el deseado pastel de chocolate para su padre, sonrió levemente. Por fin podría tener un tiempo con su progenitor, ya que cuando lo tenía él siempre se iba a acostar sin ver a nadie, solamente unos saludos e ir directo a su cama.

Puede que esta vez sea diferente.

Se sacó sus zapatos con rapidez para colocarse las pantuflas que estaban en el pequeño mueble, mientras tanto pudo escuchar unas voces dentro de la casa, no le fue difícil saber de quienes provenían, e inevitablemente una deslumbrante sonrisa se hizo presente en sus rasgos.

"¡Papá vino antes de lo esperado!"

Se apresuró en caminar de donde venían esas voces, quiso concentrarse de lo que hablaban y de lo que le iba a decir a su padre también. Le diría que pudo tener una apreciada amiga, quien siempre estaba a su lado, además de que cada vez se le hacía más fácil hablar con la gente que era amable, que habían personas que se molestaba en hablar con él; Toritsuka, Teruhashi, Kaido y obviamente Mera. Le iba a contar que no estaba solo ahora.

Giró hasta la habitación de al lado, que era la cocina; pudo ver a su madre junto a su padre, quien se tomaba los hombros con pesadez, seguramente por sus dolores que sufría de vez en cuando. Dio un suspiro antes de ir hacia los dos, abrió la boca para hablar.

— Cariño, ¿no puedes estar aunque sea una hora aquí? Haru ha estado muy entusiasmado por tu llegada, aunque sea habla con él un poco.— La voz de su madre lo descolocó un poco. Esperó la respuesta de su padre, quien soltó un suspiro de frustración y de negación.

— Estoy muy cansado ahora, luego podré escucharlo todo lo que él quiera, además te tiene a ti, ¿por qué no habla contigo?

— Sabes como es él, y lo mucho que te ama. ¿Sabes las veces de que se desveló esperandote? Hubo noches donde no regresabas e iba a la escuela muy cansado.

— Pero siempre digo cuando me quedaré en el trabajo para las horas extras, también tengo mis problemas. Yo también lo amo, es mi hijo, pero no quiero llegar y lo primero que escuche sea sobre sus problemas de autoestima.

— ¿Y eso qué? Él quiere que su padre lo escuche y lo apoye. Es tu hijo, ten un tiempo para él aunque sea.— La voz de su progenitora se hacía cada vez más irritada, mientras tanto el mayor negaba con la cabeza.

— No tengo tiempo.

— ¡Claro que sí lo tienes, ahora mismo puedes esperarlo! No sabes lo feliz que lo harías si pudieras esperarlo como él lo ha hecho contigo. ¿Acaso quieres que él venga justo ahora y escuche todo esto?

© Constelaciones [ Saiki K ] Where stories live. Discover now