© Constelaciones [ Saiki K ]

© [ 25 ]

Algunas veces, principalmente en las madrugadas, Haru piensa sobre su vida.

Por ahora él está bien, aunque eso no quita el hecho de su inseguridad hacia sí mismo y su entorno. Pero hablando sobre sus constantes ataques de pánico, está bien.

No tiene sueño, se remueve entre las sábanas para encontrar una posición cómoda y tratar de dormir, no obstante parecía que era en vano toda su lucha para caer en los brazos del Morfeo. Dejó de moverse para estar nuevamente mirando el techo de su habitación. Soltó un suspiro frustrado entre las comisuras de sus labios.

Por lo menos era viernes, no tiene que preocuparse sobre sus clases.

Quedó unos minutos mirando su cuarto, hasta que finalmente fijó su mirada al lado de su almohada, ahí se encontraba su celular. Bueno, no tenía nada más que hacer, así que tomó su teléfono, al encenderlo se tuvo que acostumbrar a la luz emitida por éste. No se sorprendió al ver que eran las dos y media de la madrugada, pese a que él se había acostado a las diez, ¿tan rápido pasó el tiempo?

Siguió navegando por su celular para gastar el tiempo y con suerte tener sueño y poder dormir. Abrió unas tantas aplicaciones, se aburría por no ver nada nuevo, hasta que se fijó en su galería. Quedó unos segundos pasmado, pero presionó su dedo contra la pantalla y entrar a ver sus fotos.

Al pasar las imagenes no pudo evitar sonreír, en ellas veía las flores que le había gustado, unos cuantos animales que se encontraba en la calle y el atardecer. Le gustaba sacar fotos así, podía apreciar la belleza en ellas. Pasó unas cuantas imágenes de un álbum en específico, salió de esta para ver las demás, entró en una más.

No pudo evitar ensanchar su sonrisa enternecida al ver una foto de Mera sonriendo hacia la cámara. Sentía un sentimiento cálido al verla y saber que era su amiga. Agrandó la imagen para verse a él mismo a un lado de ella, no le gustaba sacarse fotos, pero si era con ella valía la pena. En el día de su cumpleaños se habían sacado muchas fotos—principalmente Mera, él se negaba—. Habían algunas donde arrugaban sus caras y sacaban la lengua, rió levemente.

La quería, y mucho.

No sabría como estaría él si la chica no le hubiera hablado, recordaba lo cortante que era con Chisato al principio, y saber lo mucho que se esforzó ella para hablarle lo hizo sentir querido, que él valía la pena.

Su sonrisa flaqueó por un momento, pensó más a profundidad.

¿Cómo estaba ella antes de estar con él? Ella era una chica simpática, independientemente si era algo desesperante por lo mucho que comía y eso. De seguro ella ya tenía un grupo pequeño con quien hablar, se había fijado que cuando ambos estaban juntos en los recesos, Mera se alejaba un poco para poder decirles algo a sus compañeras de curso, para luego volver con él.

¿Acaso la está reteniendo?

Bueno, había veces en donde la peli roja lo invitaba a hablar con sus demás amigos; pero él siempre se negaba a conocerlos. No se sentía cómodo al estar rodeado de gente y pensar lo que ellos podrían decir de él y sobre sus pecas lo hacía sentir inseguro. Así que solamente se podía resguardar en Mera, no quería estar con nadie más que ella.

Vaya, parece que él se hizo dependiente de Chisato.

No quería que lo dejara, no quería que ella se cansara de él como lo hizo su padre. Sabía que ella también quería hablar con sus demás amigos pero parecía que reprimía sus deseos. Sintió repulsión hacia su persona al pensar que ella no lo hacía para hacerlo sentir mal, pero era todo lo contrario.

Claro que él quería que ella fuera libre en hablar con sus amigos, pero hay una parte de él que detestaba esa idea. Porque quizá ella se daría cuenta que él no valía lo suficiente como los demás.

Golpeó sus mejillas con las palmas de sus manos con fuerza, pudo contener su casi grito por el dolor. Acarició sus zonas enrojecidas por el golpe.

No debería pensar así. Debe dejar de ser tan pesimista. En esta etapa de su vida se está sintiendo mejor que en los años anteriores, así que no dejará que todo se vaya a la mierda por sus inseguridades y celos.

Sí. Haru es celoso y envidioso.

Y eso lo odia.

Soltó un bostezo, parece que pensar tanto lo hizo tener su deseado sueño. Se acomodó mejor en su cama mientras cerraba sus párpados, dejando ver las pecas escondidas en su piel.

Quizá un día él pueda superar todos sus miedos.

Solo quizás.

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Holiu.

Este capítulo ha sido más corto que los demás, me disculpo por eso, pero estoy pensando más seriamente los capítulos futuros. 😔💜

También quería decirles algo soft que me han hecho, hablo de una personita de aquí llamada Nigthxrt💕 quien hizo un gif sobre este Fanfic. Lo pueden encontrar en su libro llamado "Inosuke Graphics" en la parte "Crackship"
Lloro corazones, por favor visiten su perfil, edita excelente. <3

Y eso, cuidense, love yourself. 💜