© [ 26 ]

2.3K 433 242
                                    

Saiki se despertó abruptamente

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

Saiki se despertó abruptamente.

Un sudor frío recorría el contorno de su cara, su respiración era errática y su pecho subía y bajaba con rapidez, sentía como su corazón golpeaba con fuerza su caja torácica. El erizar de los vellos de su nuca le dio un escalofrío en la espalda baja. Dejó soltar un suspiro para calmarse y pensar fríamente ante lo sucedido.

Un sueño premonitorio.

Pero no era uno cualquiera; o que haya sido parecido a otro acontecimiento anterior. Esto era nuevo, y eso no le gustaba en lo absoluto. Cerró sus párpados para recordar vívidamente su sueño de hace segundos. Se sentía tan real, no como los otros, es como si él estuviera ahí. Hubiera dejado que todo fluyera como debería, a menos que sea algo importante o sea algo relacionado directamente con él. Pero lo que presenció no debía ignorarse.

La muerte de Haru.

La calle era concurrida, a medio día observaba al peli negro esperando a que el semáforo cambiara a su favor para poder pasar al otro lado del otro asfalto. Una escena cortada junto al sonido de un choque abrupto, luego unos gritos desgarradores de los demás peatones, expectantes del atroz acto. La sangre expandiendose ante sus pies y los ojos sin vida del chico, mirandolo a él, como si atravesara su alma. Aquello le dio un vuelco a su corazón y un sentimiento de negación y culpa de instaló en su ser; el sueño terminó con el tintineo de la campanilla que se encontraba en la parte superior de la puerta de la cafetería Mami.

Se acomodó más, colocando su espalda en la cabecera de su cama. Restregó su cara con sus manos para eliminar el sudor, se iría a bañar luego de esto.

Dedujo que aquel tintineo sería ocasionado por el pecoso al salir de la cafetería. Hoy era sábado, así que no tendría que preocuparse por la hora, pero conociendo ya a Haru, sabía que él iría a la cafetería minutos antes de las doce de la tarde. Así que él ya estaría preparado para evitar su muerte. Porque sabe que Shimizu no merece morir así, de una manera tan abrupta y dolorosa. Él no debe morir. No aún. Y Kusuo iba hacer todo lo posible para que él siguiera con vida, sonriendo con su acostumbrada amabilidad y sonrojo en sus mejillas y nariz.

Se levantó e hizo lo que siempre hacía en sus mañanas. Salió de su casa luego de despedirse brevemente de su cariñosa madre, su padre no estaba así que no tuvo la necesidad de hacerlo también—aunque si estuviera él lo hubiera ignorado como siempre—. No le tomó tanto tiempo para estar frente a la cafetería Mami. Entró al escuchar los pensamientos del peli negro y cómo se acercaba a donde estaba.

Al estar dentro se sentó en cualquier asiento del lugar y pidió su pedido de siempre, Mera asintió y fue directo a la puerta a recibir al contrario con una sonrisa, ese día el pecoso pidió lo mismo que él. La peli roja se fue en busca de ambos pedidos, y entretanto Shimizu se sentó frente a él mientras leía un manga BL.

Bueno, Saiki ya estaba acostumbrado, hasta se sentiría extraño verlo sentado lejos de él y leyendo algo que no sea homosexual.

Luego de recibir sus gelatinas y de degustarlas, Haru habló por un rato con Mera mientras que ella esperaba a otro cliente. En cambio el esper decidió esperar afuera del lugar estando invisible. Luego de media hora más, el pecoso salió y se encaminó a otro lado, lo siguió detrás con cuidado de no tocar una persona y hacerlo visible ante el ojo humano.

Se sintió extraño al seguirlo, estaba acostumbrado a verlo de lejos, pero estando detrás de él lo puso algo nervioso e incómodo. Se sentía fuera de su zona de confort.

"Santo cielo, que esto pase rápido para irme." Estaba frustrado. Sabía que no debía ser de su incumbencia lo que estaba a punto de pasar. Pero prefería mil veces evitarlo a que pasara. Haru ni siquiera sabía de su existencia y él ahí, tratando de salvarlo. "Ni siquiera sé por qué estoy interviniendo." Pensó. "Además, esto me recuerda cuando tuve que salvar a Yumehara-san junto con Aiura de su marca de muerte."

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de los autos pasar. Shimizu detuvo su caminata al igual que los demás que estaban de su lado del asfalto, Saiki imitó su acción con precaución. Fijó su mirada en el semáforo en rojo, que pronto será verde. Esperaron pacientes para que el color cambiara para poder pasar del otro lado.

El esper miró los autos pasar, cruzó sus ojos usando su clarividencia para poder ver mejor la situación. Entre los tantos autos y camiones del camino, uno sobresalió, había un señor de unos treinta años o más, su cabeza tambalea de un lado a otro, debajo de sus ojos habían unas bolsas oscuras, parecía que se había desvelado unas tantas noches para estar así. Luego de unos segundos, se durmió completamente.

Kusuo al verlo rápidamente se teletransportó al lado de él, teniendo cuidado en no tocarlo tanto su cuerpo como sus manos en el volante. El semáforo cambió a verde para los peatones, así que pisó el freno para detener el auto al igual que los demás. Las personas pasaron la calle sin problema.

Buscó a Haru con la mirada, se sintió levemente aliviado al verlo bien, caminando junto a los demás al otro lado del asfalto. Volvió a mirar al señor, que seguía dormitando. Frunció el ceño, y apretó con fuerza el volante, dejando sus dedos marcados. Luego el señor se despertará y verá su preciado auto en ese estado.

"Te pasa por casi matar a Haru, y estoy siendo muy amable." Le dijo a sus adentros.

Se teletransportó a otro lado fuera de la visión de las personas. Siguió con su invisibilidad al ver a Shimizu a unos pasos de él, su rostro estaba serena mientras escuchaba música con sus auriculares. Lo siguió detrás nuevamente, sabía que ya no iba a correr peligro y que su vida no estaba en juego, no obstante quería estar seguro y que nada más le pasara. No bastó más de diez minutos para que llegara a su casa. Era bonita y del mismo tamaño que el suyo. Era de un color claro y todas las ventanas estaban entrecerradas. Afuera de su casa habían unas plantas y flores decorando el lugar y estaban bien cuidadas. Observó a Haru entrar a su hogar mientras le decía a su madre que ya estaba ahí.

Se quedó plasmado viendo su casa, dio un leve suspiro. Se teletransportó a su cuarto y se tiró de espaldas a su cama.

"Sé más cuidadoso y date cuenta de tu alrededor. No quiero seguir siendo tu salvador de algo que deberías darte cuenta." Pensó, como si estuviera reprochando al pecoso de su despiste.

No lo iba a admitir, pero ahora está más aliviado de cómo se había levantado en la mañana, sabiendo que Haru seguiría con vida y que sus días no iban a ser tan tediosos como antes de conocerlo.

No lo iba a admitir, pero ahora está más aliviado de cómo se había levantado en la mañana, sabiendo que Haru seguiría con vida y que sus días no iban a ser tan tediosos como antes de conocerlo

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

________________________

Holiu.

Siento que este capítulo ha sido el peor que he escrito hasta ahora JAJSKAN mátenme. Igualmente, espero que les haya gustado uwu.

Siento que no he actualizado en un mes, y la verdqd ha sido diez días, idk.

Y eso, cuidense y love yourself. 💜

© Constelaciones [ Saiki K ] Onde histórias criam vida. Descubra agora