Despertar.

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Kanon escuchó las palabras como si fueran pronunciadas en otro idioma, negando eso, no estaba dispuesto a esperar, no podía dejarlo solo, porque sabía que Radamanthys no sabía que los bucarian, porque lo harian, ni siquiera los conocían. 

-Lo secuestraron por mi culpa, tengo que ayudarle. 

Saga lo sabía, pero esta vez, Aspros estaría preparado para recibirlos y sabía que no sería fácil rescatarlos de la Jauría, Kanon también debía comprenderlo, porque solo retrocedió, respirando hondo. 

-Lo haremos, Kanon, pero debemos tener paciencia… 

Fueron las palabras de Saga, quien de pronto escuchó un gemido de Hasgard, que llevaba una mano a su cabeza, sintiendo un dolor terrible, regresando en sí por momentos, debido a la lejanía con su alfa y quien había realizado el hechizo. 

-¿Dónde estoy? 

Se levantó de la cama, sentándose, vistiendo una pijama larga que Saga le puso, para cubrir su desnudez, quien se acercó a él con rapidez, para abrazarlo, porque le extrañaba mucho, Kanon se mantuvo quieto, era un alfa después de todo, pero cuando vio como el omega que los había criado la mitad de su vida estiraba el otro brazo, también caminó hacia él, para abrazarlo, lo extrañaba mucho y temía, que no los apreciará después de su alejamiento de la manada. 

-Los he extrañado mucho… 

Ellos también lo habían extrañado y de saber que ese niño era su cachorro, que no los odiaba, no se hubieran alejado como lo hicieron, pudieron ayudarle a criarlo, a protegerlo. 

-¿Dónde está Teneo? 

Hasgard recordaba lo que había pasado hasta ese momento, como Aspros lo mordió, como le obligó a aceptar sus caricias, los símbolos que dibujó en su piel, los que deseaba quitarse, pero sobre todo, lo que le había dicho, traicionando a su propio cachorro, agradeciendo que la persona que le dio ese hechizo al que en ese momento era su alfa, no era una buena practicante de la hechicería. 

-Aspros vino por el cuando estabamos rescatandote, se lo llevó consigo junto a tres omegas que llegaron en busca de ayuda. 

Hasgard cerró los ojos, tratando de calmarse, pensando en lo asustado que debía estar Teneo, porque nunca le dijo nada de su alfa, jamás le dijo que era otro licántropo ni que su nombre era Aspros, que era alfa de una jauría, su líder, así como un soldado muy poderoso. 

-Fue mi culpa, yo le dije que existía, le di su nombre… yo… 

Saga había preparado un baño que aún estaba caliente, Hasgard necesitaba limpiarse, quitarse esa sangre, esas manchas, tambien le habia buscado ropa limpia, el sabria que hacer, como ingresar a la jauría, aunque temía que sucedería cuando se acercara a su alfa, si volvería a obedecerle y eso era lo más probable. 

-Encontraremos la forma de rescatarlo… pero debes darte un baño, te hará sentir mejor. 

Ninguno de ellos pensaba que Aspros fuera capaz de lastimar a un niño, a un muchacho, mucho menos a su hijo, la sangre era sagrada para él y siempre había hablado de lo mucho que deseaba un heredero, nacido de su amor de cabello blanco. 

-No lo creo… pero gracias Saga, siempre fuiste muy considerado. 

Kanon le vio marcharse, preguntandose como daria con Radamanthys, con los otros dos y con Teneo, el hijo de Hasgard, pero por mas que trataba de idear algo, no encontraba una respuesta. 

-¿Qué haremos? 

*****

El primero en despertar fue Radamanthys, quien comenzó a intentar moverse, pero estaba demasiado adolorido, podía ver sangre en su costado, de una mordida de varios centímetros de largo, aunque no muy profunda. 

Lágrimas de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora