-¡Trabajo en equipo.- Los tres quedamos de frente ante Madara y Óbito.

-Entonces, también deben estar dispuestos a morir como un equipo.- Su presencia es impactante, Óbito viene a su lado cubierto en la mitad por Zetsu negro, luce demacrado, Madara nos explica que Óbito ya no está, quería enmendar sus errores, pero ahora por completo su cuerpo no le pertenece, en ambos ojos tiene el Rinnegan, ese poder ocular monstruoso que fue capaz de destruir Konoha en un instante, recuerdos de Pain vienen a mi mente, me sentí inútil en ese momento, no pude hacer mucho, vi morir a mi gente... Y ahora lo tiene el, incluso su apariencia a cambiado, siento miedo... Comienzo a temblar y por instinto retrocedo, me doy cuenta al instante. Hace mucho tiempo me prometí no retroceder, ser fuerte como ellos que se mantienen firmes en su decisión, aún sabiendo que todo está a punto de irse al infierno, me niego a tener miedo, me niego a ser cobarde, no es momento de esto, es momento de pelear, permito que mi Byakugou se haga visible en mi frente y corra por mi cuerpo, siento mis células reforzarse, tengo un impulso de idiotez, pero tengo que aprovechar todo el chakra que me queda, si todos peleamos al mismo tiempo tal vez tengamos una oportunidad, salgo en camino... Activo mi Sharingan y voy directo en su contra... Noto su espada, pero no me frena.

-Sakura, espera.- Escucho la voz de Naruto, pero no pienso detenerme. Al estar cerca de él me abro paso con mis vectores, giro 180 grados y suelto una patada la cual no lo asienta en el costado, siento la espada entrar por mi pecho, me atraviesa hasta el fondo, pero la adrenalina es tanta que casi no siento dolor, suelto un puñetazo con todas las fuerzas que me quedan... Y no consigo ni siquiera tocarlo... Siento como Naruto me alcanza, me toma por la cintura y me jala con fuerza contra el, a mi lado noto a Sasuke quien cortó la espada de un tajazo, Naruto me mira aterrado, se va de espaldas y caigo encima de el, me incorporo a su lado.

-Sakura, chan...- Lo miro y toco su mejilla para darle calma, está temblando.

-Tranquilo, mi jutsu impide que pueda morir por apuñalamiento.- le murmuró y me arranco lo que queda de la espada de tajo, el suspira más tranquilo, Sasuke aterriza a nuestro lado con su espada en la mano, mira a Naruto con el ceño fruncido.

-Atento.- No se dirige a mi, ni siquiera me mira, no le importa en lo absoluto lo relativo conmigo, aquí únicamente le importa Naruto. Noto algo en esa mirada, tiene.... Un Rinnegan.

-Si, ya se que hay más sombras, ya se.- Dice de mal humor poniéndose en pie, me da una mano y me coloco de pie del mismo modo, el escenario se pone horrible, comienza una batalla, únicamente puedo mirar, estoy agotada, me quedo a la par de Kakashi sensei, me esfuerzo por mirar lo que ocurre, Naruto se acerca a nosotros con el propósito de protegernos ya que Madara amenaza con impactarnos con rocas enormes en forma de meteoritos, el junto con sus clones crean varios Rasen Shuriken para frenar su ataque, Sasuke actúa de inmediato creando un Susano que en vez de atacar de lleno a los meteoritos parece que viene contra nosotros... El aterrizaje es monstruoso...

-Hey, casi nos impactas.- Se queja Naruto molesto y de pronto lo siento.... Los últimos sellos de protección que me quedaban acaban de explotar... Siento la tensión, siento su miedo, no tengo fuerzas para invitarme, pero tengo las suficientes como para entrar en fase uno y emprender el vuelo.

-Naruto, alto.- escucho a Sasuke ordenarle, el se muerde los dientes con rabia, corre hasta donde estoy y un clon frena mi escape.

-Para, Sakura Chan.- Dice con angustia, siento su corazón latir con la misma intensidad que el mío, el también lo siente.

-No, puedo, mi familia está ahí, algo está pasando, tengo que ayudarlos.- Digo con los ojos llenos de lágrimas, el me toma por el cabello y me abraza contra el.

-Tranquila, estarán bien, tenemos que detenerlo primero..- Trato de soltarme de su agarre, las lágrimas me queman las mejillas, pienso en mi madre, en mi padre y en mi hermano... No podría salvarlos a todos en mi estado y la idea de que sea tarde me enloquece...
-Sueltame...- Grito con rabia y frustración.

Si todo fuera de un color cerezo. Where stories live. Discover now