Si todo fuera de un color cerezo.

42. La amenaza de Pain.

En cuanto ponemos un pie en la aldea lo sospeche algo andaba mal, por alguna razón comencé a temblar, reportarnos en la torre solo me lo comprobó mas, Lady Tsunade se ve decaída, parece que ha estado llorando o bebiendo mucho, total terminamos el reporte y volvemos a nuestras casas, Naruto apenas habla y la canción de los lobos no se ha detenido ni por un segundo... en las calles ya hay quejas de los aldeanos.

En cuanto llego a casa la Hokage se comunica y me pide volver a la torre, mi mamá ya me adelanto lo que está pasando: Jiraiya sama está muerto, me quede helada en cuanto me lo dijo, mis piernas comenzaron a temblar y casi me caigo de sentón, lo vi hace una semana y ahora ya no lo volveré a ver jamás, no mentiré no existía un lazo muy grande entre él y yo, pero lo que si existía era un lazo muy grande entre él y Naruto, me cambio y salgo de casa aun sin creérmela.

Cuando llego el rostro demacrado de mi maestra a la que sólo una vez había visto llorar en mi vida me lo confirma, me dejo caer de sentón en la silla y trato de calmarme.

–Naruto- pronuncian mis labios como si me quemara decirlo.

–Quiero que vayas por Sai, Kakashi y Yamato, ahora más que nunca necesita a su equipo, además me darás tiempo a que alguien venga a visitarlo.- dice con un nudo en la garganta, sin preguntar nada más salgo y camino lentamente como jamás lo había hecho antes por las calles de Konoha, como si todo fuera anormal para mí, como si no perteneciera o ya estuviera harta de vivir, las lágrimas caen por mis mejillas y es como si yo misma me viera en segundo plano, como si analizará lo que pasa segundo a segundo.

Fui primero con Kakashi sensei.

–Debería dejar de leer ese libro y leer algo un poco más culto.- digo con una triste sonrisa mientras él me mira igual.

–Es mi forma de recordar- dice acariciando mi mejilla, sin más me derrumbo en un abrazo triste, no estoy preparada para ver su cara cuando se entere de la noticia... No estoy preparada para que sepa que perdió otro lazo... ¿No era suficiente con sus padres? Con Sasuke... Porque alguien que a Sido como un padre para él.. y también lo asesinaron como a Asuma y los responsables son de nuevo Akatsuki, maldita sea.

–Sensei, Naruto- pronuncian mis labios, el me estrecha hasta que me calmó.

–Debes ser fuerte por él, hoy más que nunca, lo que paso con Sasuke ya lo tiene afectado, esto será como una bomba... Nos necesita, te necesita más que nunca.- Esas palabras viniendo de mi sensei me queman... Me hacen sentir algo que jamás había sentido.. siempre pensé que Naruto era indestructible, siempre pensé que nada le afectaba, que nada podía quebrar su espíritu y hacerlo entristecer... Pero tiene razón, lo que pasó con Sasuke ya lo dejo bastante herido y con esto Naruto va a caer....

Llegar a casa de Sai y encontrarlo con montones de pinturas en esta situación no me sorprendió, al menos el no me abrazo, creo que es lo bueno de que aun no se adapte a la personas ya que de haberme abrazado es seguro que me echaría a llorar de nuevo, le explicó la situación y ambos salimos a la entrada donde recibiremos a los señores sapos y los guiaremos a la aldea. No soy fan de los sapos y menos de los que hablan, pero ahora me siento tan vacía que no les tomo mucha importancia.

-Adelante- dice la Hokage y al entra sin su banda ninja con una expresión confundida se me comprime el estómago.  Kakashi sensei fue por él, verlo entrar primero hizo que mi corazón latiera al mil por hora, espero que mis ojos no me delaten, parece sorprendido al vernos aquí.

–Así que este es el chico alumno de Jiraiya chan- dice un sapo viejo que se había mantenido en silencio desde que llegamos junto con un par mas de diferente color y tamaño.

–Si, el es Naruto Uzumaki el niño de la profecía que supones- ¿profecía? Observo confundida, se supone que la Hokage era quien le diría lo que paso.