Si todo fuera de un color cerezo.

39. Sasusaku.

Caminamos en silencio por entre la selva, nos adentramos a lo más profundo pasando por rocas, hierva y árboles, llegamos a un lago el cual cruzamos sin problema, el se mantiene indescifrable y distante mientras yo me muero por hacerle muchas preguntas.

-Debes volver a la aldea.- Me dice frenandonose de golpe, yo lo miro con los ojos tristes y niego con la cabeza, él suspira y se voltea por completo mirándome de frente.

-No vas a encontrar nada de lo que buscas si es lo que crees, sólo estás perdiendo el tiempo.- Me dice con esos ojos sin luz mientras me mira sin perder detalle de mi gesto.

-Estoy segura de que no es así, necesito respuestas Sasuke.- Le digo sin bajar la cabeza, intento ver con mis ojos lo que era antes, buscar una mayor prueba de que sigue siendo el chico que recuerdo y no se a sumido en la oscuridad como Orochimaru, el se queda en silencio unos segundos que me parecen una eternidad, luego da un par de pasos hacia mi provocándome retroceder.

-¿Sabes cuál es mi plan verdad Sakura? - Su gesto comienza a endurecerse, doy un paso más atrás topandome con un árbol enorme, siento mi cuerpo estremecer cuando el se coloca delante de mí... A unos cuantos centímetros de distancia.. pero no siento miedo, no es como la situación anterior en la que amenazó con matarnos.

-Asesinar a Itachi.- Susurró con miedo... El presiona su puño por encima de mi cabeza recargado en el árbol.

-Exactamente, no tengo tiempo de responder tus preguntas o tus inseguridades de niña pequeña, hace mucho que el pasado se sepultó y ahora cada quien debe de seguir su camino, dejen de estar detrás de mí como si yo estuviera en problemas, porque no es así, no los necesito y menos necesito tener que estar lidiando con sus búsquedas estúpidas, dejen de buscarme... Dejen de perder su tiempo, porque jamás voy a volver a Konoha.- Su gesto se mantiene firme y sin ningún tipo de emoción en sus palabras, me mira como si no estuviera aquí, pero sus ojos no se encuentran con los míos hasta el final... Sus palabras son como navajas que penetran mi piel, pero no le creo... Las siento vacías al igual que sus ojos, siento el peso de su soledad con tan solo mirarlo.

-¡No te creo! no puedes mentirme, te conozco desde pequeños, conozco tus gestos de memoria y aunque lo intentes yo tengo algo que es mejor que el Sharingan, mis ojos son más agudos que los tuyos... Yo te veo en realidad, yo veo el peso de tu soledad, te veo sufrir y no te voy a dejar cargar ese dolor solo, ya no más, el único modo en el que conseguirás que te crea será matandome....- Mis ojos se clavan en los suyos y hay silencio... El me mira sin expresión y lleva su mano a mi collar del clan Uchiha, lo tira casi al borde de arrancarlo y temo que lo haga.. luego sin más lo suelta dejando que el metal ya caliente por sus manos caiga de regreso contra mi pecho, esa misma mano crea un Chidori... Se acerca lo suficiente para que el ruido sea ensordecedor, siento como cada vello de mi piel se eriza... Siento mi corazón latir al mil por hora, solo cierro mis ojos y después los abró lentamente mirándolo a los ojos, permito que vea que no me voy a mover, que no le temo... Estoy preparada para el impacto... Estoy preparada para morir por él, después de todo esa era mi misión, cuando su Chidori se acerca a mi pecho el lo desactiva.

-¿Estás dispuesta a dejar la aldea y unirte a mi?- El sonido del Chidori ya no se escucha, ahora lo que es ensordecedor es el sonido de nuestros corazones, lo siento igual de excitado que yo por la situación... Incluso respirar me pesa.. y con esa pregunta más, en su momento correría a él sin miedo, pero ahora... Tengo una familia, mis lazos con mis padres y hermano es igual de fuerte que el lazo que tengo con él... Aunque en el pasado dije que no me importaba hoy no puedo tomar esa decisión... No puedo dejarles atrás como si nada, no puedo romper mis lazos por él.

-Sí.- Miento, el sonríe de medio lado y se acerca a mi, acercando su rostro a mi cuello y susurrando lentamente.

-Yo también te conozco desde niños y se cuando mientes Sakura. - Cierro los ojos con resignación, el levanta la cabeza mirándome a los ojos, mueve lentamente su cara quedando a milímetros de mi, su frente se junta con la mía y nuestra respiración se hace una.