57. Equipo 7.

618 39 5
                                    

La vida de Neji ya no está atada a el designio de los suyos, ya no esta sellada por una maldición, aquel recordatorio en su frente que sello su destino en el pasado ahora no existe, ya no le debe nada a nadie, su cuenta a sido pagada y si quiere vivir dependerá de él, los ninja de Konoha preparan una camilla improvisada y emprenden la retirada bajo las sombras, me pongo de pie con díficultad, todo me da vueltas, he excedido mis niveles de chakra, pero no es momento de descansar, corro directo al campo de batalla, ella me regala un poco más de chakra, mis musculos se estan tensando, en el campo de batalla encuentro a ninjas rejuvenecidos, es notoria la curación que han recibido gracias a una donación externa de chakra, se siente apenas me rosa, es el chakra del Kyubi, Naruto encontró la manera de prestarselo a los shinobis que aun estan en pie, la batalla se reanudo mientras estaba en  pause, veo al equipo InoShikaCho peleando juntos con furia, lo veo cruzar también.

-¡Sakura chan!- Me ofrece su mano, lo miró sin reconocerlo, la imagen de su desprecio hace apenas unos minutos me quema... siento rabia, no la tomó, activo mi Sharingan, el hace una mueca confundido, no lo entiende y no lo culpó, se que pido demasiado, el no tiene la culpa de mis sentimientos, la rabia y la necesidad de ser fuerte que me consumen, como pocas veces lo he hecho decido utilizar mis ojos, observó por detrás de su jutsu y lo descifro.

-No es necesario, así como tu... mi espíritu de fuego renació.- Mi cuerpo emana chakra similar a la armadura que el creo para los demás, con la diferencia de que mi chakra no es de un cálido naranja, es oscuro como la noche e indomable, el sonríe de medio lado. -¡Naruto, tenemos que ponerle fin a esta guerra!- Digo con firmeza, el asiente y nos dividimos en el campo de batalla, cada uno toca a distintos ninjas y les compartimos de nuestro chakra inmenso, ella sale de la marca de maldición.

-Tienes exactamente una hora antes de que se pierda este chakra, no se como lo lograste... estoy sorprendida.- Me dice con una mueca, su figura es tangible, con ciertas heridas que no a podido curar por completo.

-Si el puede.. yo puedo, me la he pasando mucho tiempo menospreciando mi poder, límitando mi existencia, escondiendome de mis miedos, es momento de enfrentarlos, no remitir esas ganas de gritar... estoy lista para ser la Pantera Negra... este es mi poder, nuestro poder...- Siento como mi cabello comienza a tornarse más pesado, lo veo cambiar de color en algunos mechones más gruesos, el momento de liberar ese poder contenido casi se acerca.

Madara utiliza al Juubi, la bestia hace retroceder cualquier tipo de ataque directo, Naruto y yo evitamos que los Shinobis resulten heridos, requiere una enorme concentración, mi dominio de chakra y mi experiencia con los sellos de protección me permiten no terminar tan agotada, pero Naruto no podrá mantenerlos por mucho tiempo. La bestia ruge... un rugido voraz capaz de hacer trizas las rocas, el chakra de Madara Uchiha comienza a crecer aun más, notó su expresión emocionada por el gran final, lanza un enorme ataque con ayuda del Juubi sobre todos nosotros, la magnitud es inimaginable, esquivar o desviar el ataque es imposible en este punto, lo único posible para evitar los resultados catastroficos es recibir el ataque de llenó, Naruto me toma de la mano y giramos en medio del caos de chakra, rocas y polvo, recibirlo de lleno a pesar de tener una barrera de chakra que cubre todo nuestro cuerpo es complicado, estar conectada con tanta gente es horrible, siento su miedo, su desesperación, su cobardia... pero el en cambio... siente su valor, su espiritu y su fuerza, ambos gritamos cuando nuestro chakra llega a su límite y cuando el poder de la bestia disminuye Lucy lo discipa con su jutsu.

-Naruto nos protegio de nuevo.- 

-Estamos a salvo gracias a él.-

-Naruto kun..- 

Escucho sus voces que renacen de entre el caos, el en cambio ya no cuenta con su chakra ni se encuentra en modo Kyubi, al contrario tiene heridas en los brazos, antes de que consiga dar un par de pasos cae de rodillas, como me lo temía, proteger a tanta gente es complicado, el Juubi se expande, se a mantenido quieto por un rato, pero se esta transformando en otra cosa, prepara una enorme bomba de chakra que apunta a nuestra dirección, es cuestion de tiempo antes de que sea lanzada y cada momento que pasa la hace más letal.

Si todo fuera de un color cerezo. Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu