38. Lazos.

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Ver la imagen me aterra, aleteo hasta que las alas se me acalambran ¿Qué está pasando? Preguntó a la Pantera Negra aterrada "-¿No es obvio? Es un ataque.-" Sus palabras solo me hacen forzarme más, me hago dos horas en acercarme a la aldea, la escena es de película de horror, mucho humo y edificios destrozados a la distancia, justo detrás de mí los siento seguirme, me giro y recibo una ráfaga de disparos de kunai y agujas, me desplomo por forzar tanto mis alas y regreso a la fase uno, cuando caigo nuevamente continúan los ataques hacia mí, son alrededor de tres sujetos con alas amarillas los que dirigen sus ataques, tengo que usar mi sharingan y mis vectores con tal precisión sin perder detalle de nada para que no me den sus ataques, cuando estos cesan y en su lugar hay una ráfaga de polvo concentro mi chakra y salto sobre el más cercano destrozándolo con mis manos llenas de chakra, lo dejo caer desde esa altura y sigo con el de la derecha, lo tomó y rompo sus alas haciendo lo mismo que con él primero lo dejo caer, el último me cuesta más trabajo ya que prevé mi ataque y me dispara hiriendo mi brazo, pero a pesar de eso no se salva de caer desde el cielo al suelo.

Me acerco a él, se mantiene firme, no tiembla en lo absoluto, su banda se me hace familiar, pero no tanto.

- ¿Quién eres? - digo colocando mis garras afiladas cerca de su pecho, mi otra mano jala sus ropas blindadas descubriendo el pecho, araño lentamente causando unas pequeñas heridas.

-No te diré, mátame, mátame ahora y termina con esto Pantera.- dice y yo lo miro con una sonrisa malvada.

-Eso es lo mejor que te podría pasar en esta puta vida, pero no será así a menos de que confieses.- digo clavando mis uñas con fuerza en su cuerpo haciendo heridas profundas que comienzan a sangrar, el hombre grita, una parte de mi piensa que es mejor irme, pero otra lo está disfrutando mucho.

-Nos mandaron a investigarlos, sé que eres La Pantera Negra.- dice apretando los dientes, sonrió y eso es más que suficiente para que regrese mi autocontrol y se vaya el instinto malvado, me pongo de pie y le doy la espalda mientras colocó mi guante en mi mano.

-Gracias por tu colaboración, pero soy S.P.N.- digo mientras entro en fase dos y salgo volando de nuevo.

"-Debías matarlo, eres débil.-" dice de mala gana, yo cierro los ojos y continúo aleteando, no sobrevivirá y su agonía de creer que tiene esperanzas es suficiente para mí.

-No vivirá para llegar lejos, corte la arteria A-12.- digo mientras continuo, esa arteria no le dará una muerte dolorosa, admito que no soy tan fuerte y despiadada como La Pantera Negra quisiera, pero somos un punto medio de ambas.

Un par de ocasiones se me terminaron las fuerzas y tuve que seguir a pie... Nymeria me alcanzó y corremos juntas hasta la aldea descubriendo un nuevo ataque... me debato entre ayudar a los heridos, pero no servirá de nada si siguen cayendo las bombas, Konoha no está preparada para un ataque aéreo... maldita sea, consigo lanzar una puerta con fuerza llamando la atención de un trío de ninjas que sueltan bombas, ellos me miran y lanzan sus ráfagas de kunais contra mi, consigo saltar y con ayuda de los vectores desestabilizó su vuelo provocando que caigan... Pero notó que todos están en una extraña formación protegiendo a una persona que se esta robando el chakra de nuestros ninjas... lo veo con mi sharingan, la persona que está meditando concentra una gran cantidad de todo el chakra robado y apunta en dirección del hospital... son unos hijos de puta, me apresuro a moverme lo mejor que puedo y consigo quedar delante del ataque.. justo a tiempo, hago las posiciones de manos y me preparo..

-¡Jutsu secreto de la aldea de la tortuga, Koperca Contención!- Es el momento preciso en el que la persona lanza la enorme concentración de chakra fusionado con elemento viento... al inicio pensé que no podría frenarlo, pero este jutsu es sorprendente... su chakra se acerca y rebota producto del jutsu... el ruido de este es tan potente que suena como un rugido, la bomba de chakra rebota dirección contraria llevándose consigo a un grupo de los atacantes y esparciéndose en energía por el cielo sin dañar a nadie más. Jadeo... estoy exhausta y apenas llegue, por todas partes escucho quejidos... hay varias casas derrumbadas y uno que otro incendio... sin contar los daños por las bombas, una voz conocida llama mi atención.

Si todo fuera de un color cerezo. Where stories live. Discover now