44. Lazos rotos.

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Mi plan esta trazado en mi cabeza, lo he repasado tantas veces desde que salimos de la villa, sabía que mis sentimientos a Naruto no lo engañarían y ahora estoy aquí a punto de verlo de nuevo, me tiemblan las rodillas y mi corazón no deja de estar frenético.

–Sakura san, ¿no crees que deberíamos decirle primero a Naruto?- me dice Lee sacándome de mis pensamientos.

-¡No! No puedo hacer eso, buscará la manera de detenerme, no hay marcha atrás está decidido.- digo mientras jadeo, me esfuerzo por correr, pero mis espinillas arden

–Creo que estas subestimando a Naruto.- me dice mi mejor amigo quién ayer tuvo que aguantar mi llanto luego de que me dieran la noticia de Sasuke y en un segundo se pone serio. -¡Ya sé donde esta Sasuke y el tal Tobi está con él!- dice con una sonrisa llena de satisfacción.

-¡Paren!- ordenó y rápidamente saco las bombas de humo somníferas.

-¿Por qué nos detenemos? Ahora ya sabemos dónde se encuentra.- cierro los ojos y suspiro para sonar lo menos calmada que pueda.

–Puede que nos tengan una trampa, Kiba ¿En qué dirección están?- miento mordiéndome el labio interior.

–Aproximadamente a un kilómetro en el norte.- con un silbido mudo hago que Nymeria se adentre en el bosque esperándome lejos de la trampa.

-¡Lo siento chicos!- grito y cuando lanzó la bomba Sai la coge antes de que explote.

-¡Lo sabia!- dice y me quedo inmóvil.

-¿Qué está pasando?- pregunta Kiba confundido, Akamaru ladra en medio del disturbio, estamos con el corazón latiendo a todo lo que da....

–Sakura nos quería dejar atrás para encargarse de Sasuke sola.- me acusa, yo me mantengo firme pensando rápido en alguna manera de seguir con mi plan.

-¿Qué por qué?- pregunta confundido Kiba que intenta controlar a Akamaru.

–Pero ¿Por qué? Habíamos quedado que lo haríamos todos juntos.- dice Sai de una manera inocente, intentó parecer consternada para poder dejarlos inconscientes con mis vectores, pero no hayó la oportunidad, Sai está muy atento.

-¡No dejare que nadie pase, le prometí a Kakashi sensei que actuariamos con cautela!- dice casi a gritos mientras saca sus pergaminos y tinta.

-¡¿Qué?!- grito alterada, no me queda ni una opción de chica buena, tendrá que ser por las malas.

-¡Sabia que no podíamos confiar en él!- dice Kiba amenazante y me llega una idea.

-¡Sai, lo diré sólo una vez, tienes que moverte de mi camino si no quieres que te quite yo!- amenazo con mis ojos llenos del sharingan.

-¡No dejaré que lo hagas!- dice dibujando velozmente serpientes negras de tinta.

-¡Respeto el punto de vista de Kakashi san como un buen líder, pero ya no podemos dejar que Sasuke siga causando problemas, es ahora o nunca!- dice Kiba que intenta que Akamaru avance en falso.

-¡Planea amarrarnos con esas serpientes!- grita Lee sorprendido.

–Parece que tu perro tiene más sentido común que tu.- dice Sai burlándose de Kiba ya que Akamaru se rehúsa a avanzar.

-¡Cállate!- grita lanzándose al ataque, pero fácilmente es contenido por las serpientes, forcejea torpemente.

-¡Lee, vamos!- digo con una sonrisa y corro delante de él para darle confianza, entre los gritos de Kiba y los de Lee soy capaz de sacar mis últimas tres bombas y lanzarlas al suelo con fuerza, estas explotan al instante y yo salgo del humo con un jutsu de reemplazo.

Si todo fuera de un color cerezo. Where stories live. Discover now