"El tiempo y el aire son iguales, sabemos que estan aquí pero nunca los vemos"
"Con mantas de oscuridad, coronas de espinas y ojos brillantes, los dioses siguen aquí; entre sus castillos de piedra y bestias horrendas, ellos esperan el momento de vol...
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𝓔𝓷 𝓪𝓵𝓰𝓾𝓷 𝓵𝓾𝓰𝓪𝓻 𝓮𝓷 𝓮𝓵 𝓫𝓸𝓼𝓺𝓾𝓮.
Tarde encontrando el río, camine por la orilla sin más, el calor era insoportable, los sonidos de la naturaleza eran mi única compañía, vi algunos peces nadar, pero no eran tan grandes para comerlos. Al norte, cruzando muchos lugares, me senté en unas piedras, saqué el mapa, aquí parecía que los colores volvían a resaltar, tal vez estaba en este lugar, en una zona marrón junto a la costa, ahora mismo los árboles era lo único que veía, desamarre la capa. No me gustaba tanto el calor, intenté ver al sol, sufriendo la luz con mi mano, veía destellos cada vez que cerraba los ojos. No sé qué me pasaba, tenía ganas de hablar, y ahora solo podía hacerlo conmigo, era raro, quería decir muchas cosas, pero el miedo de hablar demás estaba presente. Un descanso, me vendría bien, la cabeza me dolía.
Ver este sitio, así en paz, me volvía... Feliz... Era feliz... Sonreí con cuidado, cubriendo mi boca, aguarde mi mapa, después que esa emoción se fue, me saqué los zapatos, caminando hasta estar lo más cerca del agua, aquello volvía a ser nuevo, no estaba fría, me gusto mucho, no importaba que el agua mojara mi ropa. Sobre mí lo que creo que eran aves, volaban libres, las seguí casi corriendo detrás, no sentí las piedras, hasta mucho después, cuando me detuve, era hermoso, un hermoso mundo.
La tierra ya manchaba mis pies, era fresco, esta vez, solo esta vez, toque cada árbol, sintiendo las texturas, los aromas, estiré mis manos para agarrar unas hojas, eran... Verdes, ese era un color, que se veía en la primavera. Algunas ramas se rompieron detrás de mí, el pánico volvió, corrí de nuevo, sin volver la vista.
Ahora sí, me dolían las piernas. Ya no veía el sol. El cielo ya era rojo y anaranjado. Recargue mi espalda contra un tronco; termine por acostarme un rato, después, con cuidado, deje una mano contra el arma. El sueño venía a veces, un sonido me despertaba, lo primero que vi, fue un lobo, eran más pequeño, ambos observamos al otro, sus movimientos eran elegantes, una pata tocaba el suelo lentamente, aferre el agarre a la daga, casi podía verme a través de sus enormes ojos, perdió el interés; la segunda vez que desperté una cosa pequeña estaba a mis pies, tenía una cola esponjosa y orejas en punta, no sé que tenía en su hocico, corrió lejos.
Cuando la luz apareció volví a ponerme en marcha. Conseguí pescado, sabía raro. Encontré esos frutos rojos y jugosos, comí hasta llenarme. Quité las ramas y hojas que estaban pegadas en mi capa, el sol se alzaba por el este, mi sombra estaba a mi izquierda, creo que mi rumbo era el indicado.
Me aburrí de caminar, intente tamizarme... Ahora me duele el culo, de nuevo lo intenté, creo que me rompí el labio cuando caí. Solté mi cabello, el dolor en mi cabeza se fue, fue un error. Se llenó de hojas, luego llegaron las bestias, solo me observaban para seguirme, al ver detrás de mí, estaban atentas a todo, volví a peinar mi cabello, perdieron la curiosidad, olí el aire, no había nada nuevo.
Solo fueron dos días, hasta ver un pueblo, vi a los faes entre aquellas personas, era tan claro que me era extraño, me escabullí entre todo ese lugar, el olor de la comida hizo gruñir mi estómago, solo era por esta vez, el sol estaba hacia el oeste, entonces tal vez era de tarde. Había un lazo sujeto a una campana, jale y este sonó, un fae estaba ahí, este era tan real, su piel era lila y sus ojos negros, incluso creo que sus orejas se movieron al verme. Maravilloso.
