"El tiempo y el aire son iguales, sabemos que estan aquí pero nunca los vemos"
"Con mantas de oscuridad, coronas de espinas y ojos brillantes, los dioses siguen aquí; entre sus castillos de piedra y bestias horrendas, ellos esperan el momento de vol...
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◆◆ 𝓓𝓪𝓮𝓷𝓪 ◆◆
Durante el entrenamiento, busque un arco, me colocaba mal, la flecha se iba a otro lado, era el arma que odiaba más. Greten me dijo como hacerlo, no estirar la cuerda tanto, solo a la altura de la cadera, no recta, sino de lado, por lo menos le di al azul.
Me presioné tanto que juraba ver el cielo verde, incluso a veces una mancha negra pasaba.
Corrí a ver a Nublar tan rápido acababa. Lo hacía girar a mi alrededor. Estaba confiada en que me lo prestaran, aunque no había pedido permiso, busque a Kus atando la nota, recibí el permiso a la mañana siguiente.
Lucia era una joven hembra que te encontrabas dando la vuelta a cada esquina, parecía tan pequeña al lado de tantas hembras con dientes más filosos.
Cuando la intentó llevar con Nublar, este reaccionó de manera violenta, ella se asustó, así que regresó.
Los preparativos comenzaron a verse con rapidez, cambiaron las cortinas y telas que se balanceaban entre las columnas, comenzaron a decorar en la ciudad.
La mañana que se presentaron los nombres fue en los jardines, vi a varias personas de la ciudad más cercana. Teya tomó mi brazo, a su lado estaba Lucia, de nuevo entre la multitud, Helion leyó los nombres uno por uno.
Nombres nuevos, otros viejos participantes, al decir el mío, hubo asombro, escuchar el de una hembra era raro, más no imposible, cuando menciono el de Zephyr, todos aplaudieron más, lance los ojos al cielo, luego el de Seran aplaudí, ella parecía más animada que antes.
Las apuestas no tardaron en comenzar, Teya se fue, Lucía desapareció y yo bueno, me metí en el mar de gente.
Entrene hasta casi morir, había caído al barro en los obstáculos ya varias veces, deje que me patearan el trasero para evitar que me vieran como un oponente difícil.
Seríamos 100 en la primera prueba, luego 50, 25, 12, al final solo 6, un solo ganador, tendría que estar en los primeros 5 lugares, para ganar la apuesta.
Además, las apuestas cambiarían ese día, no era de la corte del día, sino del amanecer, mejores posibilidades no había para ganar.
Continúe entrenando, no hablaba con Seran, y mucho menos con los demás, comencé a escuchar murmullos, me alejaba lo más que podía.
El libro apareció un día sobre mi cama, lo abrí como la última vez, me mostró nuevas páginas
"Deidades caídas"
"Dioses dementes"
"La luz siempre está acompañado por su contraparte"
