"El tiempo y el aire son iguales, sabemos que estan aquí pero nunca los vemos"
"Con mantas de oscuridad, coronas de espinas y ojos brillantes, los dioses siguen aquí; entre sus castillos de piedra y bestias horrendas, ellos esperan el momento de vol...
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Desperté cuando los fuegos alumbraban en la noche. Hace un tiempo que no soñaba con eso, nadie tocaba el tema de la rebelión, yo desperté antes de que él fuera coronado, aún que mi cuerpo estaba bien, había cicatrices que cubrieron mi piel demostrando que tan implicada estaba, me permitieron estar con mi madre, hasta que me recupere.
Luego vino una carta del rey, mi sentencia de muerte era abolida, al igual que los supuestos cargos de traición, con una orden directa, volvía a tener un trabajo en el palacio, nadie me haría daño y podría ir a donde quisiera de estas tierras, ahora estaba más atada que antes.
Durante un tiempo había creído ser la última, pero las semillas de algo nuevo con aquella rebelión se mantuvieron en la tierra, tal vez en algún momento podrían germinar; Deje el suelo para ir a ver por la ventana, aquella nieve resaltaba por el fuego a su alrededor, era suficiente de estar en el pasado.
Acostándome vi el techo fijamente, ¿Qué harían ellas para sacarme? recordé los faes, tal vez la xonen conocía una manera para que fuera al mundo mortal, una vez fuera ¿a donde tendría que ir? debería preguntarle cuando la viera de nuevo.
Con cuidado busque entre las sábanas aquel mapa, trazando aquel extraño lugar, tal vez podría ir ahí, conocer cada corte y lo que la habitaba también, de nuevo sentimientos encontrados me hacían llorar, solo quería que todo terminara.
La mañana siguiente vestida de colores oscuros y con una corona, me llevaron ante él, su rostro tenia algo de color, incluso parecía feliz, la chimenea estaba encendida, dándole un poco de calor al lugar, camine hasta estar a lado de él.
La imagen de las montañas nevadas y los riscos era una pintura magnifica, cristales de miltree comenzaron a flotar a nuestro alrededor, tome uno, su superficie era filosa corto un poco mis dedos, no me incomodaron.
—Pronto todo esto será nuestro, sólo tú y yo —lo vi de reojo, claro todo esto, seria demolido por mi propia mano, por el odio en mi.
—¿Lo que dijiste sobre quitar todo lo que estuviera en el camino era cierto?
—Lo es... —suspiré tomando un poco más de los cristales.
—Y si soy yo la que se interponga, ¿cumplirás con tu palabra?...¿Qué pasa? parece que viste algún monstruo
—Aleja esas ideas, te tomara tiempo para ver lo que realmente soy, de que los sentimientos nazcan y florezcan como los míos
—Tiempo... ¿Cuánto tiempo? — me hizo dejar ir las piezas. Tomando mi rostro.
—El que sea necesario, un día volverás a sonreír, tendremos princesas y príncipes, nosotros seremos los primeros reyes que realmente se amen —la idea solo me hizo tener asco, aparte su mano, me senté un un sillón, viendo el fuego. Cuanto quería que aquel cristal cortara su piel.
