ℂ 𝕒 𝕡 í 𝕥 𝕦 𝕝 𝕠 𝟚𝟝

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𝓐𝓼𝓽𝓻𝓮𝓸

Era un diluvio afuera, todos venían a mí preguntando qué sucedía, los mandaba a sus puestos, aún no sabía qué pasaría, los guardias afuera, sabía que sentía el aroma crudo y salvaje del interior. Abrieron levemente la puerta y entré, cubriéndome con una de mis alas, el aroma era muy pesado. 

 Por primera vez veía la biblioteca tan sola, los rayos de luz venían de todos lados. Aquel libro fue lanzado con fuerza, aún podía ver la portada de piel oscurecida por el tiempo. Lo recogí, caminando atravesando el mar de libros, sentía el suelo temblar. Ahí estaba él, leyendo todo con rapidez, podía sentir su mente hervir intentando recordar la palabra "keña" mientras mi piel seguía erizada por sus palabras, ¿en qué nos habíamos metido? 

—Thesan —solo me vio y dejó caer el pergamino. 

—No hay nada... En ninguno lado. 

—Déjame ayudarte, aún faltan algunos, tal vez la encontremos ahí 

—As... toma ese lado, avísame si lo encuentras —sus ojos no tenían esa luz, era como si estuviera en otro lugar.

—Thes — volvió a él, siempre lo haría, deje sobre la mesa el libro de sus manos. —Estás en casa, yo estoy aquí, no estás bajo la montaña, estamos juntos en esto 

—¿Cómo fue posible que volviera a pasar? Algo tan peligroso estuvo entrando y saliendo 

—Siempre estuvo acompañada 

—No sabemos lo que es, no sabremos si pudo ir a otros lados del palacio, lo viste ni se inmutó cuando la toque... No sentía dolor —habíamos sentido miedo, nunca hubiera pensado que él llegara a esos límites, transformarse en su verdadero ser. 

—Lo que sea encontraremos algo. 

—¿Si lo que dice es verdad?... ¿No sabemos lo que puede hacer? ¿Hay otros como ella? Hijos de dioses, ¿y si ella es un arma de los reinos en el continente? 

—Encontraremos las respuestas 

 Ella dijo que huyo, ¿por qué lo hizo? ¿De qué huía? Puedo haber mentido, ya lo había hecho hasta el momento. 

—Thes... ¿Dónde está ese libro? Se llevó una mano a la cara, sus hombros cayeron. 

—Lo había olvidado... Desde que lo toco, no tiene la misma fuerza, es como si hubiera sido callado. 

—¿Alguna vez te habló? 

—Todo este tiempo, ni una vez 

🌅 

-ᎴᏗᏋᏁᏗ-

No lleve la cuenta de cuantos días estuve aquí. No note que desde el pasillo hasta mi celda, todo estaba oscuro, solo cuando un guardia venía a dejar comida, su luz era consumida. No probé nada de ese plato, ni de los otros. 

La Diosa De La Oscuridad ✴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora