ℂ 𝕒 𝕡 í 𝕥 𝕦 𝕝 𝕠 𝟝𝟞 Parte 3

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◆◆ 𝓓𝓪𝓮𝓷𝓪 ◆◆


Aplaudió y una lluvia de oro cayó sobre la arena, una inmensa estructura apareció. 

La primera parte tenía lodo y apenas piedras en las cuales cruzar, luego había diversas sogas que llevaban hacia arriba, de ahí, un estrecho paso en vertical, hacia la cuesta, donde pasabas mientras iban y venían tablones de madera anchos de por lo menos 2 metros. 

Luego un paso libre en horizontal, para seguir con una pared en paralelo del suelo, se debía subir como 6 metros para luego saltar y caer al final. 

Solo eso. 

Tome un poco de aire, alejando la euforia del lugar, ocultando el miedo que había comenzado a tener. Por lo menos no caeríamos en el suelo frío, sino en lodo. 

Y al igual que los otros juegos, nada de magia que no fuera la del alto lord. Bajamos para entrar en la arena, desde aquí la sima estaba muy lejos. 

Respire un poco, alineándome con los demás. Sería complicado. ¿Cuánto espacio tendrían las bases de piedra? ¿Un metro o medio metro? 

Podía escuchar mis latidos retumbar. Vi entre la multitud, casi imaginando a ellos tres ahí, y un poco lejos a Minh, a Mariel esperando que nade en esa corriente fría. 

Cuando escuche la cuenta regresiva de todos ellos y el sonido de las trompetas, salimos disparados hacia enfrente, salte sobre la primer piedra, luego la segunda, en la tercera sentí como vibro, las otras hicieron lo mismo, tuve que acelerar los saltos, en la última salte a tiempo antes de que se derrumbara. 

 Corrí hacia las sogas con ellos a mi espalda, sujeté la primera, pero cayó, ¿en serio harían esto? Agarre otro, comencé trepándola, estaban húmedas a no más poder, agradeció a Minh por enseñarme esas clases, a mitad del tramo, sentí como se tensó, al ver abajo, uno de ellos tiraba, escuche algo tronar sobre mi cabeza, salte a la otra, esta se rompió, me obligue agarrar otra, sentí el ardor en mis manos.Me presioné a recuperar el ritmo. 

Estaba tan concentrada, que apenas vi el pie de Zephyr desaparecer en el borde. No supe cuanto me tarde, pero las manos me escocían, me acerque a la pendiente Seran y Zephyr iban uno detrás del otro, luego vi el lodo, la pared no era regular, se notaba que esa piedra estaba lo suficientemente filosa. 

Tomé aliento e hice lo mismo que ellos. No era sencillo, sentía como me resbalaba al detenerme, tendría que haber escalado la maldita torre en vez de subir y bajarla, la piedra comenzó a rasgar mis palmas. No llevaba más de la mitad del camino, cuando comencé a sentirme mareada 

¿Qué tan alto estaba? 

Coloque mal la mano, resbalando. Escuche los gritos. Gire para apretar mi espalda a un lado y mis piernas del otro, tenía una línea roja en la palma, cometí el peor error, ver hacia abajo. 

Subí de esta forma, después de la mitad, regresé a presionarme con las manos y piernas, sudaba en el último metro, respiraba con fuerza. Escuché pasar las maderas, el viento que hacían era horrendo. 

Una iba y la otra venía, una por una.Era como bailar, tenía que moverme con velocidad, pero firmeza, sentí una pasar muy cerca, otra y por fin había cruzado. 

Tomaría unas largas vacaciones después de esto.Ese tramo estaría bien, si no hubiera sido que comenzó a girar, me trague un grito, no había nada a que agarrarse, los otros dos detrás de mí también no tuvieron oportunidad, aun de pie, comencé a ir hacia un lado, agarrando el borde, mi cuerpo estaba colgando, vi el otro nivel, ya estaba en horizontal. solo. debía. moverme. un. poco más. 

Sentí mi magia intentar tocar el otro extremo, pero la detuve, empecé a balancearme, si me soltaba y fallaba, el golpe me dejaría inconsciente y caería, pero si no, entregué todo a la suerte. Me solté sosteniendo el otro borde golpeándome el estómago. 

Volví a escuchar los gritos. Necesitaba que esto acabara. Un último salto y llegue a la pared, antes de siquiera moverme, salte evitando la mano a centímetros de mí. 

El macho no perdió el equilibrio, desvíe su golpe, ¿acaso esto estaba permitido? No lo sabía. No dejaría que me ganara, no aún. Tenemos un espacio reducido, los movimientos no podían ser de larga distancia, comenzamos una lucha aquí. 

Me agache, estirando mi pierna y gire dándole en la suya, perdió el equilibrio. Extendió su mano. Agarrando mi peto, apenas soporte el peso, metí las manos para intentar caer con él. Vi sus intenciones. 

No podía pensar, comencé a tener nervios. Sentí un calambre en la pierna. Aparte su mano con un manotazo, no soportaría tanto tiempo. ¿Ahora mismo no importaba la educación, no? 

Lo sostuve, subiéndolo. Ya me tenía bien agarrada, solo era un tirón para lanzarme, le sonreí y escupí a su cara, se quejó lo empuje, vi como lanzaba sus manos intentando agarrarse a algo, pero no hubo nada, no me asome, me recupere mientras volvía llenar mis pulmones. 

El suelo volvió a temblar, ¿en qué lugar iba? Intenté ver arriba de mi cabeza, pero no lo notaba. En el paso aún había otros dos, uno cayó golpeándose contra la misma piedra. 

Sentí el peso a mi lado, el macho me vio de arriba abajo, me puse de pie, quedamos 4. ¿Acaso no había ganado ya? 

El piso se volvió a mover, sentí como me fui hacia atrás, una mano, agarro mi antebrazo, su mirada, aunque era seria, estaba seguro de no soltarme. Quería decirle que se alejara o nos llevaría a ambos al fondo. 

Otro movimiento, negué mientras dejaba mi peso irse. El suelo se inclinó, claro que me soltó para agarrarse, escuche más gritos y una trompeta, estaba hecho.Deje de agarrarme, el otro se estiraba para sostenerme ¿Qué le estaba pasando? ¿Quién era él? 

Luego vi mi brazo, me iba a doler, pero era la única forma, grite, me soltó, sentí como la gravedad, me hacía caer más rápido, cerré los ojos, antes del choque en el lodo, en cambio, fue un montón de plumas lo que toque. 

Levante un poco la cabeza para ver el mar blanco. Dije algo cubriéndome la cara con el brazo bueno. 

Me iba a hacer rica después de esto. 

Podía ver a Nublar en casa conmigo, eso fue la mejor de mis alucinaciones. 

Luego me desmayé.


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La Diosa De La Oscuridad ✴Where stories live. Discover now