ℂ 𝕒 𝕡 í 𝕥 𝕦 𝕝 𝕠 𝟜𝟚

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— 𝓓𝓪𝓮𝓷𝓪 —


Caí de bruces contra el suelo. La magia salía en forma de llamas abrazando la madera del interior. Estas retrocedieron poco a poco. Me acerqué para escuchar la discusión. Silencio. La puerta se abrió y tres hombres salieron con la cabeza baja y a toda velocidad. Note el carruaje después.

 Entre antes de que la puerta se cerrará. Esperaba que no tuviera que ser yo la siguiente en intimidar. Me asomé apenas, Lucien chasqueo sus dedos, mientras Vassa limpiaba sus plumas.

—¿Está todo bien? —la mirada de él, me recordaba a la del zorro que me acompañaba a dormir en el amanecer. 

—Sí, solo se arreglan algunas cosas —Vassa extendió sus alas, apartó la mirada por la luz del fuego.

—Comenzaré hacer la comida.

—Espera —hizo que me acercara. Ella nos observaba con cuidado. ¿Por qué no hablaba? —¿Qué es lo que dicen por donde has estado? 

—¿Quieres la verdad? 

—Es lo que espero. 

—Están a gusto de que peleen entre sí y no con ellos. 

 —¿Crees que apoyaran si eso cambia? — ¿Quería decirme que estaban cambiando el rumbo? 

 —Lo que he visto... Muchos no lo harían, la mayoría son ancianos y mujeres que se quedaron sin sus hijos, esposos o hermanos... ¿Ustedes saben algo más? 

Vassa se mantenía callada observando. Él sabía algo más. La guerra vendría pronto. Y tal vez algo en mi interior, no quería estar cuando eso comenzara. 

—No debes preocupar a otros, ser hará lo posible, pero no estamos seguros 

—Dile la verdad 

 —¿Por qué lo haría Vassa?

—Porque no veo maldad en ella —volvió a extender sus alas, su fuego acarició mi rostro con cuidado. Lucien tenía una duda, que yo también comenzaba hacerme, ¿por qué?. Yo era una desconocida, que un día entró aquí y al siguiente se marchó. 

—Tal vez esperen unos cinco años en atacar, tal vez 20.

Tiempo suficiente para no ver aquella masacre. No cargar con más muertos. 

—¿Y qué piensan hacer ustedes? ¿Los señores en las cortes? 

Entonces recordé que debía favores, tenía aún obligaciones, y si me encontraban, ahora mismo sería el arma de dos cortes. El arma de dos grandes señores. 

La Diosa De La Oscuridad ✴Where stories live. Discover now