"El tiempo y el aire son iguales, sabemos que estan aquí pero nunca los vemos"
"Con mantas de oscuridad, coronas de espinas y ojos brillantes, los dioses siguen aquí; entre sus castillos de piedra y bestias horrendas, ellos esperan el momento de vol...
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— 𝓓𝓪𝓮𝓷𝓪 —
Me recosté en esa pequeña cama. Por lo que sé, Lucien partiría pronto y yo tendría que cuidarla. Era parte de una corte. Ella sabía que era y de alguna forma, el destino nos estaba guiando.
Una guerra que podría iniciar en cualquier momento, pero no era así, estaba segura de que ellas estaban moviendo las piezas, solo por diversión. Escuché su conservación, hablaban sobre la corte de la noche y la de la primavera, hablaron sobre Rhysand, Feyre y Tamlin, luego pasaron a hablar sobre un tal Beron, mencionaron a un Eris. No mencionó nada sobre mí.
En el transcurso de la noche, mientras cerraba los ojos, podía ver nieve y estrellas. Después preferí no dormir.
Salí en la mañana de la habitación, recorrí el lugar apenas identificando las puertas y los colores que había en cada una. De una de ellas salió Lucien. Se acercó.
—¿Aceptaste?
—Solo será por un tiempo.
—Bien —vi la bolsa que llevaba, sus ropas oscuras y una simple chamarra de cuero café.
—Tu viaje será largo.
—No lo suficiente.
—Ten cuidado.
—Cuídense, Cal, ¿así te llamas?
—Si —estaba segura de que adonde se dirija sería una tormenta. Corrí a la escalera detrás de él y le solté—Oye, llévate algo de la comida para el camino, a veces estafan con el precio solo por un vaso de agua —abrió un poco los ojos y asintió.
¿Qué podía hacer? . Aún era temprano, podría llevarla conmigo a trabajar o tal vez, bailar un poco. Entré al estudio para ver los libros, algunos ya los había leído, otros eran historias del antiguo propietario.
Desayuné, cuando termine, ella apareció, de nuevo, con plumas.
—Vassa —asintió, le serví y la vi comer.
—¿Qué es lo que haces comúnmente? Aparte de lo obvio.
—Durante las noches cultivo y Jurian con Lucien me enseñan a manejar la espada.
—¿Y en los días?
—Solo vuelo alrededor de la mansión o duermo.
—¿Has intentado usar esa magia para tamizarte?
—No puedo usarlo para eso.
—¿Qué sabes hacer con tu poder?
—He destruido unos cuantos barcos, y puedo prender fuego a cualquier cosa.
