"El tiempo y el aire son iguales, sabemos que estan aquí pero nunca los vemos"
"Con mantas de oscuridad, coronas de espinas y ojos brillantes, los dioses siguen aquí; entre sus castillos de piedra y bestias horrendas, ellos esperan el momento de vol...
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— 𝓗𝓮𝓵𝓲𝓸𝓷 —
Su tristeza, la ira que ella sentía, permanecía en mi pecho. Llegamos rápido a la casa, apenas si se quejaba. Las lágrimas calientes todavía marcaban mi piel. Lo que haya visto la destrozó. Parecía un cascarón, sus ojos no brillaban, se sentía fría. La deje sobre una de las camas, cubriéndola con las cobijas. Temblaba. Deje la esfera a su lado. Pero parecía que ni siquiera la podía ver. Ninguno durmió. Al amanecer ella dijo "Murieron". No tenía que decir más, ¿así que su historia era de verdad?, pero ¿Cómo sabía?
Ese rey que la quería, debía estar realmente loco, como para matar a la madre de la hembra que decía amar.
Aleje la mirada de ella. El recuerdo volvió. La puerta de su habitación estaba sellada con pura oscuridad, fue difícil abrirla. Su poder no retrocedió, sino que comenzó a atacarme. Su poder era un abismo sin fondo, apenas si podía ver un destello violeta entre su oscuridad, avance con escudos arriba, mientras intentaba lanzar otra ola de poder. Soportar aquella cantidad era cansado, pero tenía que llegar a ella. Ni Amarantha, ni Hyberno tenían tanto poder. ¡Por el caldero!
—¡Es suficiente Cal! —no, ese no era su nombre, Daena, Daena— ¡para Daena!
No estaba tan lejos de ella, ya podía ver su rostro. Sus lágrimas corrían, mientras sus ojos brillaban como estrellas, a punto de ser devoradas por la oscuridad.
—¡No lo entiendes! ¡Yo! ¡YO! —levantó sus manos cubriendo el rostro. Se alejaba lentamente.
—¡Lo sé, es difícil! ¡Pero debes controlarlo!
—¡NO LO ENTIENDES! —la estructura crujió, aquello comenzó a apretar el escudo. Si no la detenía, se destruiría y nos llevaría con ella.
—¡Estaré contigo! ¡No estarás sola, te lo prometo! ¡Yo te ayudaré! —extendí la mano hacia ella, su gesto cambiaba, estaba luchando contra sí misma. —¡Por Minh!
Cometí un error, al mencionarla, su rostro se quedó en blanco y lo que sea que estaba ahí explotó en ira. La oscuridad se la llevó, mi escudo se rompió, cree otro, entonces los vi y escuché; creó monstruos entre su oscuridad, bestias con enormes bocas, garras y ojos. Atacaron una y otra vez. Lance luz contra ellos. Chillaban, pero otro lo suplantaba.
El aire les siguió, solo tenía esta oportunidad para encontrarla. El viento sopló con fuerza, seguido por un rayo de luz delante de mí. Vi una de sus manos. Me lancé por ella, la jalé y nos rodeó con luz, luego hice algo que nunca espero.
Lentamente, su magia comenzó a calmarse, caímos al suelo, agotados. Salí de mis pensamientos, me miraba aún con dolor.
—Descansa, todo estará bien — negó lentamente. Era más fuerte en lo más profundo de su pecho, saltando cualquier regla, llegó hasta aquí, seguía aquí. Era cuestión de tiempo para que ella también tomará la valentía y la volviera su escudo. Me alejé acercándome a la puerta, el ambiente se llenó con el aroma del pánico. Mire sobre mi hombro y dije —Traeré algo de tomar
