Flirt || Jung Jaehyun

flirt | 45

Tras un par de llamadas, unas visitas en la tarde y quince minutos insistiendo, tuve que pasar mis horas del jueves terminando las maletas con la inútil ayuda de las chicas y un entusiasta Jaehyun. Parecía que los tres se habían puesto de acuerdo para hacerme llevar las prendas más ridículamente diminutas, pues ambas habían traído de sus propias casas una millonada de cosas supuestamente para mí, y a pesar de que me negara cada vez a todas sus sugerencias, no paraban de hacerlas con el chico apoyándolas de fondo. Lo único que no pude rechazar fue, claramente, aquel bikini negro.

—¿Segura de que no quieres llevarte estos shorts? —insistió Seungyeon, alzando con orgullo un trozo de tela que no cubriría ni la mitad de lo necesario.

—¿Segura de que no quieres llevarte a Mark Lee? —llevaba toda la semana jodiéndola con eso, a cada cosa que me dijera le conseguía la vuelta para sacar su nombre, extasiada de sus chillidos avergonzados.

—¡Ya para con eso! —gritó, lanzándome una almohada a la cara que pude atrapar sin esfuerzo, terminando por posarla sobre mi regazo.

—Seguro no hablaría con nadie, pero le bastaría con tenerte a ti —dramaticé juntando mis manos sobre mi pecho con fingida ilusión, ignorando la mirada furiosa de la pelinegra.

—De hecho, Mark es vecino de Johnny y son mejores amigos de la infancia. En serio podría decirle que lo invite —sugirió Jaehyun, que estaba acostado sobre la cama rodeado de miles de camisetas y pantalones cortos de largo adecuado.

—¡Pero qué pequeño es el mundo! —festejé burlona, devolviéndole el almohadazo con todas mis fuerzas a mi mejor amiga, que por lo contrario no pudo esquivarlo y se llevó el tortazo en la cara.

—¡Ni se te ocurra! —dijo ella, amenazándolo con uno de sus dedos, tan solo consiguiendo que él rodara los ojos.

—¿En serio son mejores amigos? —cuestionó Miyeon, doblando con cuidado las prendas rechazadas y devolviéndolas a su propio bolso.

—Sí, pero a Mark no le gusta estar con nosotros en clases —se encogió de hombros—. Dice que los profesores no lo tratarían igual de saber que está con unos "revoltosos" —hizo las comillas con una sonrisa, para seguidamente rodar los ojos mientras negaba con la cabeza. De no estar ellas dos, me le habría lanzado encima a besarlo sin parar.

—Juro que si lo invitan no iré —amenazó Seungyeon, aunque con su terriblemente roja cara lo único que lograba era sacarnos risillas malvadas.

—No tendría que ir necesariamente por ti, ya ves que son amigos suyos —dije con fingida inocencia, haciéndola resoplar.

Nadie dijo nada más al respecto, sin embargo descubrí a Jaehyun teclear algo en su teléfono y levantó el pulgar en mi dirección mientras asentía, escondido de una falsamente molesta Seungyeon que guardaba sus prendas a los golpes en su bolso. No tardó en salir a las zancadas de mi habitación, siguiéndola una Miyeon que se rehusaba a quedarse sola con nosotros dos.

***

—¡Y las hornillas! No olviden chequear que han apagado las hornillas. No fumen ni beban mucho. Y nada de dormir ustedes dos en una habitación. Ay, ¿pero qué digo? ¡Si es obvio que lo harán! Pero yo cumplo con decirles que-

—Mamá, creo que ya han entendido —la cortó Jeongin, dándole la vuelta con sus manos sobre sus hombros, obligándola a caminar lejos de nosotros e ignorando sus continuos chillidos nerviosos.

—¡Y nada de peleas! —gritó antes de que mi hermano cerrara la puerta, y finalmente pude dejar salir el aire que llevaba reteniendo desde que había empezado con su discurso.