flirt | 22

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Aproveché el hecho de que él caminaba adelante para esconder mi sonrojo. ¡Es que estas son las clases de cosas que me hacen sentir tan confundida! Si pensamos en el peor escenario, solo se refiere a estar apartados y besándonos. Debo admitir que si fuera eso me sentiría un poco decepcionada, pero en realidad no sabía explicar el por qué. Sé que tan solo somos esta especie de amigos con derechos y esa sería la idea más lógica, entonces ¿por qué no quiero que se trate solo de eso?

—¿A dónde vamos? —pregunté al fin, ya que no dejábamos de caminar y la curiosidad me estaba torturando.

Sin embargo, respondió lo que me temía:— Ya casi llegamos.

Esas palabras bastaron para dejarme con un puchero en la cara, justo como una niña malcriada que le pregunta a sus padres cuánto falta para llegar a la playa y obtiene la misma respuesta.

Tal y como dijo, pronto estuvimos en un parque amplio y lleno de árboles, donde me guió a una colina no tan alta en cuyo tope había un banco. Me indicó que tomara asiento y yo rápidamente hice caso, por completo embobada con la vista. Desde aquí, se podía ver el atardecer claramente, que era hoy una hermosa mezcla de naranja y rosado que parecían juntarse en armonía sobre el cielo, junto a un cúmulo de nubes que le daban un toque hasta angelical a la escena.

—Jaehyun... —murmuré sin saber qué mas decir, intercalando torpemente la mirada entre el horizonte y él, que se había sentado junto a mí.

—¿Te gusta? —esbozó una sonrisa confiada, sin embargo entre más tiempo pasaba sin que yo dijera nada más se iba apagando, abriendo paso a unos ojos preocupados.

Me abalancé a abrazarlo sin segundas intenciones, tan solo buscando demostrarle mi gratitud. Puede que no fuera la gran cosa, quizá para él mismo solo fue una idiotez, pero nunca nadie me había mostrado unas vistas tan hermosas, siendo a la vez una vista por sí mismo.

Aún al deshacer el abrazo no me separé del todo, posé mi mano sobre su mejilla y hablé con toda la sinceridad del mundo, viendo fijamente a sus ojos.

—Me gusta —confirmé, entonces dándole un suave beso en los labios.

—Mi abuela solía traerme a mí y a Jisung cuando niños, y veíamos el atardecer comiendo fruta —contó, volviendo su mirada al frente y recostándose en el banco—. Lamento no haber traído fruta —rió—, pero recordé que una vez le dijiste a Jungwoo que te gustaban y no pude evitar venir al ver el cielo.

Me limité a asentir en todo momento, pues en realidad no sabía qué más decir. De todas formas, no hacía falta. En silencio, recosté mi cabeza de su hombro a la vez que mis brazos se enredaban en el suyo con total comodidad. El ambiente era pacífico, siendo arrullados por el suave sonido del viento de vez en cuando.

Entonces recordé todas las preguntas que invadían mi mente, y pensé en este como el momento adecuado para hacerlas. Era posible que solo lo arruinara, recibiendo una respuesta que no quisiera escuchar, pero era justo en momentos como este, en acciones como esta, que me confundía con respecto a nosotros y en realidad necesitaba hablar sobre ello.

—Jaehyun —llamé su atención sin levantar la cabeza de su hombro, pues no sería capaz de verlo mientras respondía—. Sabes, estaba... estaba pensando, y...

—Al fin.

—Oye, esto es serio —reclamé dándole un golpe en el pecho, luego suspiré—. Estaba pensando en que no actuamos como amigos con derechos —las palabras habían salido con tal rapidez que ni yo misma pude entenderme.

—¿Qué dijiste? —su tono variaba entre la burla y la seriedad, porque en realidad no había logrado entender mi balbuceo pero quería hacerlo.

Flirt || Jung JaehyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora