flirt | 12

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Abrí y cerré la boca múltiples veces, sin saber qué decir. A pesar de estar consciente de que Seungyeon tampoco se lo tomaba del todo en serio, me veía en la necesidad de defender a mi amiga.

—De igual forma no se lo merece —conseguí decir bajo su intensa mirada—. Ella es una buena chica y-

—¿Por qué la excusas, niña? —a pesar de sus serias palabras, su tono se mantenía juguetón.

Yo no la excusaba, no era eso. Constantemente la regañaba por sus actos y su forma de tratar a los chicos, puede que no últimamente pero sí que lo hacía. No iba a dejar que Jaehyun me hiciera sentir mal por cosas que no eran, a fin de cuentas yo no era quien actuaba erróneamente.

—No lo hago —afirmé—. Pero vaya descaro que tienes al decirle esto de frente a su mejor amiga.

Silbó— Oh, qué miedo —rodó los ojos—. Debe estar pasándosela mejor con Jungwoo —volvió con tranquilidad a mi cama, esta vez colocando sus manos tras su cabeza como apoyo, dándole así un aire de relajo.

—¿De qué hablas?

Negó con una sonrisa— Pues claro que no te has dado cuenta.

—Deja de querer implantar cosas en mi mente, Jungwoo no ha sido más que una ternura conmigo.

—También lo es con ella —se burló con obviedad—. Creo que ellos serían una mejor pareja.

Sin palabras, tomé asiento en mi escritorio, respirando lenta y profundamente para calmarme, pretendiendo que arreglaba cualquier cosa sobre mi mesa para no verlo directamente. Estaba molesta, pero debía admitir que encontraba cierta verdad en sus palabras. Al final ellos fueron quienes pasaron la supuesta cita juntos.

Con el rabillo del ojo estuve totalmente atenta a sus movimientos; vi cómo se levantó y, tras soltar un bufido, se fue de mi habitación. Esperé a que sonara la puerta principal para terminar de relajarme, y dejé de lado lo que fingía estar haciendo.

No puedo creer que haya sido tan fácil deshacerme de él.

Con la intención de buscar un vaso de jugo, salí de mi cuarto en dirección a la cocina. Al estar esta tan cerca de la sala en la que se encontraban los muchachos, fui capaz de escuchar sus bulliciosas risas y los efectos de sonido del juego que tenían puesto. Sonreí, siempre era divertido estar con ellos y quizá me ayudarían a despejar la mente. Definitivamente me uniría.

Abrí el refrigerador y me incliné para buscar la jarra, cuando sentí una mano tocar mi espalda. Pegué un respingo y me di la vuelta rápidamente sujetándome el pecho, asustada. Relajé mis facciones en cuanto noté la amable cara de Lucas frente a mí.

—Eh... Noona —dijo dudoso, haciendo notar sus nervios—, Jeongin me pidió que trajera frituras.

Asentí, entiendo que necesitaba ayuda. Hice una nota mental que dictaba «golpear al inútil de mi hermano por encargarle al niño nuevo buscar cosas que no sabe dónde están». Me acerqué al gabinete lleno de comida chatarra y le pasé unas bolsas a Lucas.

—¿Estás en la misma clase que los demás? —pregunté. Siempre me ha gustado hablar con los amigos de In, y él en específico despertaba mi curiosidad. Se veía mayor que la mitad de mis propios compañeros. Asintió en silencio—. ¿Qué edad tienes?

—Quince —respondió, rascando su nuca y mirando el suelo. Abrí mis ojos a más no poder y, al notarlo, él soltó una pequeña risa—.  ¿Cuántos años tiene usted, Noona? —hice una mueca. No estaba acostumbrada a que me traten de 'usted', obviamente, pero en el fondo algo en su formalidad se me hacía tierno. También me daba un poco de risa el que los chicos le enseñaran a llamarme 'Noona'.

Flirt || Jung JaehyunWhere stories live. Discover now