Flirt || Jung Jaehyun

flirt | 30

—¡No te lo vas a creer! —canturreó a toda voz mi mejor amiga, en lo que llegó corriendo hasta quedar frente mío. Alzó un pedazo de papel, dejando en evidencia un examen evaluado con un 9 en tinta roja.

—¡Seungyeon! —grité, apartando la hoja y abrazándola fuertemente. Di vueltas con ella en el aire, y las miradas extrañadas de los demás no me lo impidieron.

—¡Tengo que contarle a Mark! —exclamó tomándome de los hombros una vez la dejé en el suelo—. ¡Estará tan orgulloso!

Reí confundida— ¿Desde cuando se llevan así de bien?

—Yo- —por primera vez la vi intentar esconder un sonrojo y balbuceando en su intento de conseguir qué decir—. ¡Cállate!

Salió corriendo de inmediato, dando pequeños saltitos de emoción y dirigiéndose seguramente a buscar al chico. Dios, ¿qué fue eso? Se sonrojó cuando le pregunté sobre su cercanía con Mark. ¿Le gusta Mark? Pero él es un chico tan tierno y bueno... totalmente opuesto a lo que le gusta normalmente. Bueno, aunque seguramente fue mi imaginación y solo estaba feliz de haber salido tan bien en su examen.

Sacudí mi cabeza y me dirigí al salón de Arte, que seguramente estaría vacío. Siempre lo estaba, pues era para las horas de clases selectivas, y solo se veía la materia una o dos veces a la semana con los pocos alumnos que la escogimos. De todas formas, solo iría para dejar un proyecto que nos habían pedido.

Abrí la puerta y en cuanto vi a dos figuras tan juntas la cerré de inmediato, soltando una maldición. Mi pecho se encogió en cuanto conseguí relacionar la silueta con ese chico que adoraba y respetaba tanto. Nada más y nada menos que Seungcheol, con una pelinegra desconocida.

***

—De acuerdo, te escucho —dije entre dientes, recogiendo la caja de leche chocolatada y dándole un sorbo a la pajilla, con una ceja alzada en su dirección.

—Es solo... no sé cómo explicarlo —lo veo jugar con sus dedos nervioso, y eso únicamente consiguió molestarme aún más.

—No sabes cómo explicar que estás engañando a Miyeon —rellené con la voz más cruel que pude sacar de mí.

—No lo digas así —se encogió en su lugar, con su mirada clavada en el pasto, incapaz de verme a los ojos—. Nosotros... hemos estado pasando por un mal momento.

—¿Crees que eso lo justifica? —cuestioné.

—Por supuesto que no —soltó de inmediato con el ceño fruncido—. Sé que no hay excusa, sé que está mal, ¡y me come vivo! Pero... de verdad no puedo soportar cómo me trata ahora.

—¿A qué te refieres?

—No solemos demostrar mucho cuando estamos realmente mal —comienza, soltando un suspiro que demuestra cuán difícil se le hace hablar de ello—, intento siempre aparentar que no pasa nada. Pero lleva semanas rechazando cualquier propuesta de mi parte, no quiere que la visite, ni siquiera me besa... —termina en un murmuro que me cuesta escuchar.

Chasqueo la lengua, ya estaba comenzando a convencerme, y realmente no quería que lo hiciera. Miyeon es mi amiga y lo que vi está muy mal.

—¿Por qué no terminas con ella? —levantó entonces la mirada y la conectó con la mía, distinguí de inmediato que estaba batallando porque sus ojos no se cristalizaran.

—No puedo hacer eso... —negó— La amo tanto, y no creo que ella siga sintiendo lo mismo. Pero de todas formas no quiere hablar de esto, y yo... Solo no quiero terminar con ella, a pesar de todo.