Flirt || Jung Jaehyun

flirt | 17

Observando por la baranda de la escalera, se me hizo fácil ubicar a Jungwoo, que tenía una lata en cada mano y hablaba con alguien desconocido para mí. Rápidamente bajé y me planté a su lado, excusándome con que había ido al baño. Pareció creerme, y procedió a presentarme con orgullo a alguien más, una guapa chica llamada Soojin. De ser las cosas distintas, quizás hasta me sintiera intimidada por ella, pero debo admitir que no me afectó en lo absoluto.

—Bueno, de todas formas tengo que buscar a Shuhua —dijo como una despedida, también diciendo que había sido un placer conocerme. Pronto, la vi juntándose con una tierna chica de cabello larguísimo, que la había recibido con un pico en los labios.

¡Demonios!

—Vamos a un lugar más apartado —sugirió Jungwoo, haciéndome volver la mirada de las chicas a él. Asentí, ya que estábamos justo en el epicentro de la fiesta, y eso hacía que hablar fuera difícil e incómodo.

Me dejé guiar nuevamente al patio trasero, esta vez tomando asiento en uno de múltiples muebles, justo al lado de una pareja besuqueándose. Él tomó una silla de plástico y la puso cerca de mí. A pesar de estar en la mínima abertura que dejaban mis compañeros de sofá, era suficiente para mí y definitivamente era más cómodo que estar de pie.

—¿No has visto a los demás? —me removí en mi sitio, esperando averiguar algo sobre el parado de mis supuestos acompañantes.

—Mis amigos andan por ahí, pero Miyeon y Seungcheol se fueron hace poco —se rascó la nuca.

Bufé— No me sorprende, de todas formas no estaban muy convencidos de venir.

—No suelen salir a fiestas, ¿o sí? —preguntó curioso, a lo que negué—. Me lo imaginé, nunca te había visto en una de estas. No es que sea fácil ubicar a alguien, pero creo que habrías captado mi atención —ante su sonrisa coqueta, me limité a beber de la cerveza que me había dado anteriormente.

—No me gustan mucho las multitudes —expliqué.

A pesar de haber estado todo el rato simplemente respondiendo a sus preguntas, se veía de lo más interesado. Tenía una brillante sonrisa que derretiría a cualquiera, pero ya no causaba el mismo efecto en mí. Quizá me hiciera falta una consulta con el médico, porque tiene que haber algo malo en mí para escoger al chico prohibido en lugar de este tierno, disponible y dispuesto muchacho.

—¡Jae! —soltó, sacándome de mis pensamientos. El mencionado venía caminando en nuestra dirección, tomando la mano de mi mejor amiga. La pareja que estaba en el sofá junto a mí se había ido, por lo que ambos tomaron asiento a mi lado.

—¡No te he visto en toda la noche! —me regañó Seungyeon, y le dirigí una veloz mirada entre nerviosa y cómplice a Jaehyun, pero él estaba ocupado viendo a otro lado.

—Es que estábamos bailando —me excusé, y era la coartada perfecta porque sí habíamos ido un rato.

—Le presenté a mis amigos —exclamó orgulloso Jungwoo, pasando un brazo sobre mis hombros— y estuvimos un buen rato con ellos, supongo que por eso no la viste.

—Más tarde yo te los presento —dijo Jaehyun, imitando a Jungwoo. Sus ojos estaban ahora plantados en mí, como si quisiera provocarme.

—¡Me encantaría! —respondió mi amiga, ajena a lo que en realidad estaba pasando.

—Te caerán muy bien —fingí un tono alegre, porque no iba a dejar que se notaran mis ganas de saltar y golpearlo. Además, me acomodé en el agarre de Woo.

Conforme la conversación avanzaba, más actuábamos acaramelados con quienes teníamos al lado. La tensión era insoportable, sobre todo en vista de que era un juego que solo teníamos presente entre los dos, pero yo no iba a ser quien se doblegara. A fin de cuentas, yo era quien insistía en que actuáramos como si no ocurriera nada entre nosotros.