flirt | 14

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Me encontraba caminando de lado a lado. Ya habían pasado más de cinco minutos desde el llamado para el regreso a clases, sin embargo yo estaba esperando en un salón vacío. Esperando por un chico mayor, que estaba prácticamente proclamado por mi mejor amiga. Y de todas formas ahí estaba yo, jugando con mis dedos de forma nerviosa, con un picor en el estómago de la anticipación.

Levanté la mirada en cuanto escuché la puerta del aula siendo abierta, y cambié mi rumbo en dirección a ella al identificar su rostro. Para tanto mi sorpresa como mi alivio, no tardó en tomarme por la nuca con ambas manos y acercarme a sus labios, sellándolos contra los míos en un aclamado beso. Pasados unos segundos en los que nuestras bocas se movieron con delicadeza en un lento compás, Jaehyun se separó levemente, lo suficiente para poder hablar.

Con su frente pegada a la mía, y la respiración agitada, dijo:— Te fuiste muy rápido en la mañana.

—No podía estar más tiempo ahí —admití, en una serie de susurros. Todavía estaba aturdida, incapaz de moverme.

Sin embargo, quien se alejó fue él, dejando una sensación de frío en cuanto sus manos abandonaron el agarre detrás de mi cabeza. Pasó una por su cabello y, tras negar con una amplia sonrisa, volvió su mirada a mí.

—Creí que me insultarías en cuanto me acercara —reveló, despertando un calor indescriptible en mis mejillas. Para evitar caerme –por el temblor de mi piernas–, me senté en el escritorio del profesor—. Me alegro de que no fuera así.

Desvié la mirada al no poder seguir aguantando sus ojos sobre los míos. Tenía la idea de que, de seguir viéndolo, me derritiría en mi sitio con facilidad. Escuché sus pasos acercándose, y posó su mano en mi quijada para colocar mi rostro cerca del suyo.

—¿Por qué dejaste que te besara? —cuestionó, analizando mis expresiones.

Pero era incapaz de pensar en este momento, embobada por su presencia y su forma de entrar a la habitación, haciendo desembocar dentro de mí una batalla de sentimientos, cada uno buscando reinar. Ante mi silencio, colocó una mano sobre mi cabello, enredando un mechón en su dedo.

—Esto no está bien —conseguí decir, pero me contradije en cuanto sentí la necesidad de observar sus labios. Clavé mi mirada en ellos, y noté cómo los relamía con lentitud. Cuando volví a ver sus ojos, lo conseguí siguiendo cada uno de mis movimientos—. ¿Vas a casa de Sorn mañana?

Quiero golpearme.

Teniéndolo así de cerca, así de dispuesto, los nervios igualmente me habían empujado a cambiar el tema, a algo tan lejano a la situación. Pero ya esta tensión estaba siendo demasiado para mi débil e inexperto corazón, comenzando a quemar.

—Claro —respondió, frunciendo el ceño—, no me digas que tú también.

—Tenía ganas —me encogí de hombros, aprovechando para deslizarme más lejos de él por sobre el escritorio.

Como respuesta, me tomó por las caderas y se entrometió entre mis piernas, pegando nuestros pechos. Abrí a más no poder mis ojos por causa de su atrevimiento, y solté un firme golpe en su hombro acompañado de una queja indignada con la garganta. Como si nada, subió una de sus manos hasta mi mejilla, pasando su pulgar suavemente por ella.

—Si vas a esa fiesta no voy a poder aguantarme y te besaré en frente de todos, lo juro —era una especie de amenaza, y de ser las cosas diferentes lo estuviera insultando ahora mismo. Pero dadas las circunstancias, sobre todo el tono de voz ronco que había utilizado, su efecto en mí fue el de encender un deseo desconocido.

—Sabes que no puedes —me negué, como pude usando un tono de regaño—. Ni siquiera debería estar aquí.

—¿Prefieres que la bese a ella? —sugirió con una expresión juguetona, con lo que lo empujé de inmediato. Apretó su agarre en mi cadera, cosa que hizo que pegara un respingo.

Flirt || Jung JaehyunWhere stories live. Discover now