Flirt || Jung Jaehyun

flirt | 19

Había tardado unos buenos diez minutos en redactar aquel mensaje. Los nervios me comían viva, y no podía evitar borrar una y otra vez cada palabra que se me ocurría, todo terminaba haciéndome sonar patética. Al final, decidí enviar un simple "¿podemos hablar?"

Iba a intentar esperar a mañana, de verdad. Sin embargo, no paraba de pensar en él. No paraba de pensar en la fantástica tarde que pasamos el sábado, y de imaginarme que regularmente fueran así. Ante la confesión de Seungyeon de que ahora lo atacaría con todo, no podía evitar sentir mi puesto como amenazado. Tampoco es como que tuviera uno, en realidad, pero lo que sea que signifique yo para Jaehyun me gustaba por el momento. Ya me había lanzado al vacío, y en realidad no podía –ni quería– echarme para atrás.

Su respuesta no tardó en llegar. "¿De qué quieres hablar?", leí en la pantalla. Me pregunté de inmediato si estaría molesto, caminando de lado a lado en mi habitación. Y es que pues claro que lo estaba, si me había comportado como una idiota.

"Buscaba disculparme, de hecho".

Quería llamar su atención, pero por más que esperé, no obtuve un mensaje de vuelta. Mi pie golpeteaba el suelo, y mordía la uña de mi pulgar para intentar calmarme. Sin embargo, antes de entrar en una crisis nerviosa y llamar a Boo –a quien le había estado contando hasta el más mínimo detalle– sonó el timbre. No le di mucha importancia hasta que escuché la voz de Jeongin gritar mi nombre.

Bufando, bajé las escaleras, bastante segura de que serían sus amigos para saludarme. Quedé helada en mi sitio, a la mitad de los escalones, al ver su figura de pie junto a mi hermano. Le daba una sonrisa, al parecer estaban bromeando o algo. Al percatarse de mi presencia, la borró por completo, y apretó sus labios entre ellos en una fina línea incómoda.

—Ven —dije tímida, señalándole el subir las escaleras en un ademán con la cabeza.

Una vez en mi cuarto, repetimos el procedimiento usual. Se acostó en mi cama, esta vez más rígido que antes, y yo tomé asiento en mi escritorio, mucho más nerviosa de lo que estuve nunca. A pesar de haber ensayado lo que diría un millón de veces, las palabras se habían desordenado en mi cabeza por la sorpresa de que solo apareciera en mi casa.

—¿Y bien? —cuestionó, con un claro semblante serio que denotaba molestia.

—Yo... —levanté la mirada— Lo lamento.

—¿Por qué? —canturreó alzando una ceja, decidido a torturarme por un rato.

—Por ser tan complicada, supongo —admití, con una sonrisa tímida—. Por todo, en realidad.

—¿En "todo" incluyes a pegarte a Jungwoo aún cuando te dije específicamente que no lo hicieras? —encogí la cara en una mueca, asintiendo—. ¿Sabes lo molesto que es fingir que me gusta Seungyeon, y no tú?

¿Eso significa que yo le gusto?

No pude disfrutar de la confesión, ya que su tono era duro y serio. Quise excusarme, pero no pude. Me sentía pequeñita ante el tono de regaño de Jaehyun, cosa que pareció captar porque después de un rápido vistazo cambió su expresión por una más suave.

—Seungyeon me dijo que no la has besado —susurré, con la cabeza gacha.

—Claro que no la he besado —tomó mi barbilla entre sus dedos y con cuidado hizo que lo mirara a los ojos—. ¿Por qué lo haría?