flirt | 03

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Me encontraba en la salida de clases, sentada en uno de los bancos de lo más aburrida. Con mis codos en mis rodillas y mis manos sosteniendo mi cara, observaba a los dos pares acaramelados frente de mí. Uno oficial, que se despedía de los demás, y el otro totalmente novato, que solo coqueteaba como si nada. A tan solo tres días de comenzar a darle consejos al guapo pretendiente de mi amiga –solo porque no dejó de insistir en que lo hiciera hasta volverse latoso–, ya se le veía mejor en conseguir su tan aclamada atención.

—¿En serio tienes que irte? —preguntó Jaehyun, tomando la mano de Seungyeon y acercándola a él.

—Me temo que sí —respondió, echando una mirada en mi dirección—. Quizá se te olvida, pero no me voy precisamente sola.

—Oh, a... —entrecerró los ojos, pensativo.

—Yoojin —bufé.

—¡Eso! A Yoojin no le molesta irse sola. Quédate a hablar conmigo un rato, ¿sí? Luego te llevo a casa.

Negó con una sonrisa— No, no. No sería justo para Yoojin. Tenemos todo el tiempo del mundo para-

—Ugh, tranquila, Seungyeon. Él tiene razón, no me molesta —mentiras y más mentiras. Pero en realidad prefería irme de una vez que esperar por los siguientes diez minutos mientras ellos discuten si se queda o me acompaña.

—Recuérdame presentarte a un amigo —me dijo y guiñó un ojo, tomando la cintura de Seungyeon para caminar a otro sitio. Me limité a suspirar y devolverme sola.

***

No iba a negar que el trayecto se hacía mucho más largo por mi cuenta, pero en unos minutos ya estuve tumbada en casa esperando a que llegara mamá del trabajo para cenar. Jugué por un rato con mi hermano en la consola, mientras me contaba sobre una chica que le gustaba. Era tan normal eso de tener sus amoríos que hasta mi hermano pequeño tenía los suyos, ¿por qué a mí no se me daba? No es que fuera la chica más fea del mundo, tampoco tengo un mal cuerpo. Sin embargo, no tengo una fila de tipos detrás como la tiene Seungyeon.

No podía evitar preguntarme cómo sería eso.

No creo que fuera de mi agrado, en realidad, especialmente porque yo siempre terminaba pagando los platos rotos y no era agradable presenciar el resultado. También veía cuánto podía llegar a cansar a mi amiga, aunque no era como si mi vida no necesitara un poco de movimiento de vez en cuando.

—¿Qué fue lo primero que te llamó la atención de esta niña, Yeji? —cuestioné, en un intento de entender qué era lo que motivaba a los muchachos. Siempre que tenía una duda de algo por el estilo acudía a mi hermano, siendo el único que me respondía con total sinceridad.

—Bueno..., no lo sé —se encogió de hombros, matando a mi personaje en el videojuego como si nada—. Ella naturalmente destaca —ah, ya veo, como Seungyeon—. No soy el único que está detrás de ella, pero al parecer solo habla conmigo.

—Eso es bueno —respondí, sin evitar pensar en que quizás eso es lo que cree Jaehyun.

Continuó contándome sobre las atenciones que recibía de Yeji y yo no paré de hacer cortas notas mentales sobre ello. Sabía lo patético que era tener que aprender del amor por medio de mi hermano chiquito –aunque tampoco fuera un infante–, pero no podía hacer más nada. Mis amigos más allegados se resumían a una pareja perfecta envidiable y una rompecorazones a la que no se le hacía nada difícil.

En medio de una partida en la que le di una paliza a Jeongin, mi hermano, sonó mi teléfono. Atendí después de recibir una burla de mi acompañante— ¡Uy, Yoojin tiene un novio!

Flirt || Jung JaehyunWhere stories live. Discover now