flirt | 42

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Tragué en seco, fijando la mirada al suelo avergonzada de inmediato, pestañeando repetidas veces por el asombro en la rudeza de las palabras del señor. Escuché a Jaehyun gruñir a mi lado y halar de mi cuerpo hasta quedar frente de ellos, donde les hice una rápida y nerviosa reverencia.

—Ella es Yoojin —me presentó tras soltar un pequeño suspiro, y pensé que podría estar nervioso. Levanté la mirada con una pequeña sonrisa tímida, que únicamente su abuela correspondió.

—Es un gusto conocerte al fin —me recibió la señora, tomando mi mano entre las suyas con delicadeza—. ¡Cuando nuestro pequeño Yoonoh nos dijo que traería a su novia casi me da algo! —le lancé una veloz mirada al chico, un tanto confundida por el nombre, a lo que se encogió de hombros.

—Yo estuve a punto de cagarme en la cama, niña —reveló el señor, volviendo a su asiento lentamente. Tuve que reprimir una risilla por respeto, hasta que continuó hablando y no me pude aguantar—. Casi, casi... Menos mal que no lo hice, Wheein no estuviera así de alegre contigo.

—Abuelo... —advirtió Jaehyun, por lo que su abuelo dio manotazos al aire para que lo dejara, la señora en cambio soltó una de las risas más dulces que he escuchado en mi vida.

—Hablamos en serio, Yoonoh —volvió a hablar su abuela con un ligero tono de reproche, y se dirigió a mí antes de seguir hablando—. Nunca nos había presentado a ninguna chica, y empezábamos a preocuparnos —se acercó a mí, con los ojos plenamente abiertos a punto de decirme un secreto—. A veces traía a un montón de chicos a la piscina.

No pude evitar deshacerme en risas, con Jae quejándose y sacando excusas sobre lo que su abuelo catalogó como una "relación excesivamente íntima entre un grupo de tipos", insistiendo la señora en que de querer algo más con ellos solo tenía que ser honesto. Pasamos a hablar sobre su niñez, y disfruté mucho ante los intentos de Jaehyun por hacer que sus abuelos dejaran de revelarme cosas embarazosas y el empeño que estos ponían en seguir haciéndolo. Pronto Wheein nos preparó dos sillas frente a la mesa entre ellos, quedando yo al lado del chistoso señor y él a un lado de su abuela.

—Sabes, niña, cuando este mocoso no fingía ser un tipo rudo solía llorar por todo —me contó en cuanto los otros dos comenzaron a hablar de sus calificaciones, a petición de su abuela—. ¡Juro que no podías decirle nada! Y luego venía su mamita y me regañaba —rodó los ojos, para luego resoplar negando con la cabeza—. ¿Ya conociste a sus padres?

—No, señor —contesté, rascando mi brazo aún nerviosa, intentando dejar una buena impresión incluso después de haber perdido el control de mis carcajadas hace un rato.

—Bah, nada de "señor", que me hace sentir viejo —replicó, con lo que me hizo soltar una risilla—. No voy a decir que me halaga haber venido primero, porque bien puede ser un ensayo antes del gran examen... pero sí que muero por ver la cara de mi hija cuando sepa que te trajo para acá primero —rió malicioso, balanceándose en su mecedera con calma.

—Espero que no le estés implantando ideas a la pobre Soomin —cerca—. Seguro le está contando de esa navidad, Yoonoh —continuó, zarandeando su brazo escandalizada, generando la escena más tierna del mundo pues él solo la veía con una sonrisa sincera, hasta que cayó en cuenta de lo que había revelado y comenzó a negar frenético, aterrorizado con la idea.

—No se lo he contado —habló fastidiado su abuelo, dándome un guiño por lo bajo antes de murmurar:—... por ahora.

Después de unas horas en las que nos ofrecieron tanto galletas como fruta picada entre risas y un leve interrogatorio a mi persona, se me fueron quitando poco a poco los nervios, remplazándolos con una fresca sensación de alivio, pues sentía que todo había salido perfectamente. Nos levantamos cuando Wheein anunció que había llegado la hora de la siesta de sus abuelos, y nos despedimos de los tres para abandonar finalmente la casa, prometiéndoles que volvería pronto a cenar.

Flirt || Jung JaehyunWhere stories live. Discover now