Flirt || Jung Jaehyun

flirt | 31

Balanceaba mis pies de adelante a atrás, con la mirada fija en la tierra bajo de mí. Mis manos se aferraban con fuerza a las cadenas del columpio, y mis labios estaban fuertemente presionados en una fina línea. No habíamos pronunciado palabra desde que nos instalamos en el pequeño parque cercano a la escuela, pero estaba más que consciente de que debía muchas explicaciones. Era tan tortuoso como gracioso el hecho de que, tras haber irrumpido en el fugaz beso de Seungcheol, me hubiera pasado casi lo mismo por mi parte.

—Entonces... —intenté comenzar— De verdad lamento que tuvieras que enterarte de esta manera —busqué su mirada con desesperación, frunciendo el rostro de lo más preocupada por lo que fuera a decirme—. Créeme que no quería que fuera así, estaba esperando el momento adecuado, pero creo que solo terminé postergando las cosas. Sabes que yo-

—Ya lo sabía, Yoojin —me interrumpió, con una voz seria que nunca había escuchado salir de su garganta. Mi pecho se comprimió.

—¿Co-Cómo que ya...? —dejé la pregunta al aire, pues la voz me fallaba y ya con eso era suficiente.

—Yo fui quien los vio en la fiesta de Sorn —reveló, y sentí que mi corazón se detuvo—. Los vi entrando a una habitación, y todo quedó claro cuando se preocupó tanto por el idiota de Jungwoo que te fue a llevar a tu casa.

Llevé mi mirada a mis zapatos, sucios por la tierra, de lo más avergonzada— No sé qué decirte, Seungyeon. No tengo excusa para lo que te hice, estaba consciente de que él te gustaba y-

—¡Yoojin! —me llamó furiosa, volví mis ojos a ella con miedo—. ¿Serás imbécil?

—¿Qué...?

—¿En serio crees que estoy molesta por "lo que me hiciste"? —alzó sus dedos, formando comillas con una mueca molesta—. ¡Me da muy igual que te hayas metido con él! En todo caso, felicitaciones. Es guapo, sí, pero tan solo buscaba divertirme como siempre.

—¿Entonces...? —murmuré dudosa, esperando que culminara su explicación, pues me tenía de los nervios.

—No puedo creer que... —su voz salió rota, y noté sus ojos cristalizarse— que no confiaras en mí para contarme eso.

En cuanto terminó la oración, sentí algo dentro de mi romperse y salí disparada de mi asiento. Me coloqué en cuclillas para poder verle a la cara, acunando sus mejillas entre mis manos con desesperación.

—¿Qué dices? —negué cientos de veces.

—¿Soy tan mala amiga? Dime, ¿así de poco te importo? —sollozó—. Creía que solo era un revolcón, entonces me quedé esperando a que me lo contaras, pero así me quedé. Cada vez que hablaba de él tú respondías con naturalidad... ¿Y ahora me entero de que se quieren? —hablaba herida, y de inmediato la abracé con todas mis fuerzas.

—Seungyeon, así no son las cosas —dije con una voz suave, apartándome tan solo un poco para que pudiera ver a la perfección la sinceridad en mi rostro—. Más bien fue todo lo contrario, me importas tanto que no pude simplemente... decirte lo que ocurría. Me sentía tan culpable... Intentaba actuar como si nada porque no quería lastimarte.

Pasé mi mano sobre su cabello, terminando posándola sobre su mejilla y acariciando la zona lentamente. Me quemaba verla así, no soportaba saber que había pasado todo este tiempo pensando que no confiaba en ella.

—¿Cuándo planeabas decírmelo? —habló en voz baja, un poco más calmada.

—En realidad no tenía nada planeado aún... Me costaba mucho cada vez que salía el tema, porque hablabas de él muy decidida —confesé.

—¡Estaba buscando provocarte! —me dio un golpe en el hombro, pero su semblante ya no era tan serio, más bien juguetón—. ¡Dios!, todas esas veces. Te dije que lo besaría y nada, ¡hasta fui tan obvia en tu casa! Casi me deja en evidencia cuando dijo que no habíamos hablado en un tiempo, pero tú eres tan tonta que no pasó nada —negó con la cabeza, sonriendo burlona.