—Sí, pero Apolo le queda mucho mejor.

—Si tú lo dices.

A los trece años Nicole odiaba estar en casa los veranos y odiaba también la escuela, porque parecía que no había un solo momento en que pudiese ser la estrella del show. El sentimiento de insuficiencia se volvió más fuerte con el paso del tiempo, sobre todo cuando comenzó a hacer amigos.

—¿Ya has visto a Irene? Qué bonita es.

—Parece que amanece cada día más linda.

Ahora había otro rostro que ella no podía mirar. La frustración se volvía tan fuerte que a veces no podía dormir, no soportaba a Irene, pero parecía que todo el mundo estaba interesado en ella. Nicole nunca pudo decir nada sin que la gente la llamara fea y demeritara sus palabras, de nueva cuenta estaba siendo aplastada por una cara bonita.

—No les hagas caso, tu eres muy mona.

Peter siempre trataba de consolarla cuando alguien la molestaba, pero sus palabras eran vacías cuando había caído presa del hechizo de Irene tan rápido que ni siquiera lo vio venir.

Por supuesto, ella lo correspondió porque Peter era un chico con una apariencia espectacular y estando juntos eran como de la realeza. Nicole estaba aterrorizada, porque se dio cuenta que la naturaleza estaba haciendo su trabajo. Toda la gente linda y brillante se juntaba en un solo lugar, mientras que ella se quedaba poco a poco en las sombras.

Aquella idea la asfixiaba, sentía que en poco tiempo sería desechada junto con el montón, ellos estaban iniciando la escuela, por lo que era normal hacerte amigo del primero que te hablara, sin embargo, las cosas tomarían su lugar en cualquier momento y ella sabía que no estaba en la misma categoría que Peter e Irene.

—Mira Nicole, este es Archibald, es mi mejor amigo, no pudo llegar el primer mes porque le dio varicela y su mamá es muy sobreprotectora, pero ya está de vuelta, así que acostúmbrate a verlo por aquí.

Archibald se parecía a ella, era un poco raro, callado, solitario. A veces pasaba largas horas en la habitación estudiando o trabajando en algún proyecto secreto, él a veces llevaba una grabadora con una bitácora. A ella le parecía interesante, cuando lo veía caminar en medio de la gente podía notar de inmediato que no era igual a los demás, él era monocromático, no conseguía mezclarse con el paisaje. Era fascinante y a Nicole le gustaba.

Pero Archibald no era lo que ella quería, el pertenecía a las sombras, estar con él sería como aceptar su diminuta existencia, ella quería algo mejor, más grande, algo maravilloso que consiguiera que los demás se dieran cuenta que estaban menospreciándola. Archibald solamente conseguiría que los demás la miraran y pensaran "que pareja tan apropiada".

A Nicole le causaba migraña pensar en el tema, porque Archie conseguía que su corazón saltara con fuerza, pero le avergonzaba que los demás lo supieran, así que trataba con todas sus fuerzas de apartarlo. Pasó mucho tiempo sumida en una espiral de confusión que no le permitía pensar en nada más. La escuela era un desastre tras otro y ella lo odiaba todo.

—¿Qué haces cuando te sientes frustrado?

—¿Yo? Mmm, no lo sé, a veces bebo y a veces canto.

—¿Es una broma?

—No, es en serio, pero no creo que les funcione a todos ¿Por qué? ¿Estás frustrada?

—Algo así, me duele la cabeza.

—Bueno, podrías intentar un cambio, cuando mi mamá está frustrada reorganiza los muebles de la casa. Cuando volví el verano pasado toda mi habitación era rosa, casi me quedo ciego.

Sobre mi cadáver (HDLO#1)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora