Si todo fuera de un color cerezo.

46. El amor es perdición.

Son cerca de las 7 cuando mis piernas me fallan y caigo de rodillas por el cansancio... Es hora de volver a la posada, se supone que hoy saldríamos a casa por la noche, pero lo que encuentro es un grupo de parejas melosas en su lugar... El equipo Alfa está completamente deprimido en un mar de llanto queriendose ir de regreso a Konoha a buscar a sus romances fallidos, Neji y TenTen están compartiendo un tierno beso en una mesa del bar, Lee se encuentra con un ramo de rosas y en cuanto me mira lo notó acercarse a toda velocidad, corro discretamente por la parte trasera del bar, doy un giro y salgo del lado contrario rumbo a la barra dónde me encuentro con Ino harta junto a Kiba y Sai quienes no la dejan sola ni un segundo, nuestras miradas se encuentran y descubro un llamado de auxilio en sus ojos, le hago una señal con la cabeza para que suba a mi habitación, junto a ellas casi a su lado está Shikamaru confundido y un Choji al parecer deprimido, todos actúan bastante extraño y a su lado hay una Hinata extraña cuyas ropas siguen siendo provocativas y una mirada llena de soberbia, a su lado está Shino quien aparenta cortejarla con comida, pero ella lo amenaza con su puño mientras Naruto se encuentra a su lado mirando la mesa con una expresión triste... El corazón se me presiona como quisiera corresponderle y que esto fuera real... Cierro los ojos y me obligó a subir por las escaleras hasta mi habitación donde en la cama ya hay un trío de ramos de rosas, dos de Lee y una más de Naruto, parece que mi habitación se volvió muy concurrida, me apresuró a sacar de un cajón oculto mi cuaderno de dibujos... Lo meto en mi mochila para que nadie pueda encontrarlo y a los pocos minutos llega Ino.
-¡Ya no puedo con esto!- Me dice con una expresión desesperada, no tardó ni dos minutos dentro de mi habitación para que Sai tocará la puerta preguntando por ella. -Me están volviendo loca, solo quieren estar conmigo y elogiarme.- Dice mientras se escabulle debajo de la cama, yo sonrió y giro los ojos, me acerco a la puerta y la abro lentamente, sé que si no le digo lo que quiere escuchar no dejará de insistir.

-Ella no está aquí.- No tiene la banda ninja, su cabello está revuelto y parece estar entrando en ansiedad.

-Tiene que estarlo Sakura chan... Ella dijo que subiría un momento...-

-Debio ir al tocador.- Digo mientras cierro la puerta en su cara, tenemos poco tiempo antes de que vuelva, pensé que lo había convencido pero tocó la puerta casi al instante.

-Te he dicho que se fue al baño, mierda.- Digo de malhumor.

-Soy Shikamaru.- Me apresuró a abrir la puerta, lo tomó del cuello y lo paso cerrando de un portazo.

-¿Qué demonios está pasando?- Pregunta con todo serio y aburrido. -Tengo a Choji llorando por no tener pareja, todos están actuando muy extraño.-

-Eso es lo que nosotras queremos saber.- Dice Ino saliendo con dificultad de debajo de la cama, está llena de pelusa y de polvo, se talla las ropas lentamente.

-Debe tratarse de una especie de Genjutsu.- Digo encogiendome de hombros. -Pero uno más complejo que no se puede deshacer fácilmente.- Cierro los ojos recordando todo lo anormal que a pasado.

-Tiene razón la frente de marquesina, todos estábamos en las aguas termales cuando las cosas se pusieron locas... Primero una explosión, luego un zumbido y pum ¡Todos extraños!-

-Yo no escuché la explosión, solo el zumbido.- Digo mientras me llevo la mano al odio.

-Yo tampoco escuché la explosión, estaba durmiendo y últimamente con los ronquidos de Choji siempre uso tapones para dormir.. debe tratarse de algo auditivo, mediante las ondas sonoras por eso es más complicado sacar el genjutsu, para romperlo debemos intentar algo manual, pero no servirá de nada si la persona que lo crea sigue entre las sombras, el puede hacerlo y deshacerlo a su voluntad frustrando nuestros planes.- Dice Shikamaru tranquilamente sentado en mi cama, la puerta volvió a ser tocada pero está vez con más insistencia... No se trataba de una sola persona, los gritos de ¡Ino y Sakura! Inundaron la habitación, estábamos a punto de salir por la ventana cuando un Rasengan rompió la puerta en Miles de trozos.