Parecía que todo marchaba a la perfección, pero desde que los dolores desaparecieron él pareció contraer otro tipo de males. Durante las noches, las pesadillas se volvieron frecuentes y empeoraban cada día, por lo que no tenía suficientes horas de sueño cómo para que su sistema funcionara correctamente. Por lo general Mercy era una persona con mucha energía, pero después de aquello siempre estaba cansado y se enfermaba fácil.

Las fiebres, que por lo general no lo afectaban demasiado, se habían vuelto tan agresivas que pasaba la mayor parte del tiempo en cama, tratando de mantenerse despierto.

Aquello no consiguió que las pesadillas se fueran, él seguía viendo aquella sombra que cada día se volvía más corpórea, asechándolo en cada momento. Las visitas al médico volvieron aumentaron, pero de nuevo lo único que pudieron prescribirle fueron vitaminas y antidepresivos. Mercy se las tomaba diligentemente, pero estaban atacando el problema equivocado.

Después de dos semanas que parecieron un infierno, la sombra se mostró más física, con un rostro huesudo, como si estuviera muriendo de hambre y ojos que nunca parpadeaban.

Era una mujer, que se acercaba un paso cada día.

Al final los ataques de pánico pusieron a la familia en jaque y en medio de su desesperación, su madre terminó por recurrir a un brujo que vivía cerca de su casa y que tenía muy buena fama.

Rudolph Lockster.

El hombre le pidió a cambio de sus servicios un objeto que ella hubiese conservado desde su infancia y ella le entregó un sonajero, que, además, también perteneció a sus hijos cuando eran bebés.

Después de eso el hombre fue a casa de la tía de Mercy y se encargó del asunto realizando un ritual extraño que parecía pura charlatanería. Abrió las puertas de la casa, mandó a que limpiaran el lugar a fondo, quemó algunas cosas viejas, se deshizo de las telarañas y colgó algunas campanas de viento en las puertas, después de eso le dio a la familia un té para que le suministrarán a Mercy cada doce horas, durante una semana.

—El próximo lunes, si ya ha mejorado, llévenlo a mi tienda para que termine el procedimiento y si no, volveré a venir para encargarme del asunto.

La familia estaba muy preocupada después de aquel suceso, temían que la presencia de Lockster hubiese sido una pérdida de tiempo, sin embargo, después de aquello Mercy durmió sin problemas durante casi todo el día siguiente yse puso mejor.

Para cuando se cumplió la semana él ya estaba recuperado, había perdido mucho peso durante el periodo que estuvo convaleciente, así que comió bastante los siguientes días, por lo que la familia sintió que habían presenciado un milagro.

Cuando llegó la fecha acordada, su madre llevó a Mercy con el adivino para que le echara un vistazo.

Lockster le contó entonces que mientras caminaba por las calles, debió haber atraído la presencia de un espíritu maligno y que este lo poseyó, volcando sus frustraciones en él. Todo el ritual que hizo sirvió para "exorcizar" la presencia de aquel ser malvado. Les contó que después de aquello el entorno quedaría libre de alimañas, sin embargo, si llegase a ocurrir algo de nuevo, podrían llamarle a la hora que fuera.

Cuando estaban por marcharse, Lockster le dio una tarjeta, diciéndole que acudiera a él si había algún efecto secundario.

Mercy no tardó más de dos días en volver, porque, aunque en casa de su tía y en el fraccionamiento actual todo estaba despejado, cuando salía a la ciudad le asaltaban visiones horrendas de muertos que parecían acosarlo.

Él casi creyó que se estaba volviendo loco, sin embargo, teniendo en cuenta los antecedentes del caso, terminó por confiar en que un segundo milagro ocurriría y acudió a Lockster para que le aconsejara.

Sobre mi cadáver (HDLO#1)Where stories live. Discover now