15. Sakura Florece.

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Cuando mis ojos se cierran lo escucho muy lejos que no le presto atención... pero luego lo escucho claramente.

-Nadie vigila, estás medio dormida. - me sobresalto y lo miro, aquel ninja del sonido con el que Kabuto estuvo peleando antes del primer examen escrito.

-Pero no importa, ya los encontramos, despierta a Sasuke, venimos con toda la intención de derrotarlo.- mierda, miro la situación con el corazón en la mano, al escuchar sus palabras pienso en un enfrentamiento con ellos, luego de ver a Sasuke me doy cuenta de que Sasuke es mucho más fuerte de lo que imaginaba, jamás lo derrotarían pienso para mí, él ninja no viene sólo viene con la mujer de su equipo y el otro miembro el cual tiene los brazos vendados, están muy lejos de mí, pero lo suficientemente cerca de mis trampas, intento parecer tranquila para no delatarme, pero por dentro me estoy muriendo de pánico, saco un kunai de mi bolsillo y los miro con detenimiento, sin querer mis ojos miran muy frecuentemente a la trampa que esta delante de ellos debajo de la tierra.

-Son bastante cobardes al venir aquí sabiendo que Sasuke no está en condiciones de pelear, sé que Orochimaru los envía, ¿qué es lo que quiere con Sasuke? ¿qué es la extraña marca que le puso en el cuello? - Término de hablar ya gritando y obligándome a respirar para no sofocarme, noto sorpresa o enojo en el tipo que parece momia.

-Cielos, solo ladra porque tiene lengua, es hora de que alguien le enseñe a quedarse callada como una buena chica, no puedo quedarme con los brazos cruzados luego de que nos insultaste así, primero te matare a ti y luego iré por Sasuke. – Me dice el chico de los brazos vendados mirándome con una sonrisa malvada, yo aprieto los dientes para no temblar y siento que el estómago se me revuelve además de que las punzadas de dolor en la muñeca son más fuertes, una parte de mi quisiera arrancarla, es insoportable.

-Espera Zaku. - dice el hombre de cuerpo vendado mientras camina un par de pasos, mi corazón se acelera está muy cerca de mi trampa, pero mis nervios explotan cuando veo como jala la tierra dejando al descubierto mis árboles huecos que sepulte en la noche mientras estaba drogada por la fiebre. -este tipo de musgo no crece en esta parte de la tierra y además es obvio que la tierra fue removida sin contar tus constantes vistazos a la misma, es lamentable, si planeas tender una trampa no tiene sentido si no la escondes bien. - Dice entre risas, yo me lleno de frustración y decepción para conmigo, pero yo recuerdo que intente ser lo más cuidadosa al respecto.

-Acabemos de una vez con este asunto.- Grita él hombre vendado y observo como los tres ninja del sonido se vienen contra mí, trato de no mirar para no adelantarme... trato de mirarlos a ellos y no a la trampa, concentro mis ojos en ellos hasta que llegan al punto indicado, suspiro y corto el hilo invisible, un par de árboles salen de entre los arbustos y ¡los van a volver papilla¡ mi plan habría funcionado a la perfección, pero el chico de las manos vendadas apunta a mis árboles.

-No noté que tenías otra trampa, pero...- dispará una ráfaga de aire o sonido, no sé qué clase de técnica sea, pero mis arboles salen volando en todas direcciones transformados en trozos, ¡Vienen directo hacia mí! No tengo nada más.... Miro a los chicos de reojo, ellos ya están derrotados, dependen de mí, me pongo de pie lo más rápido que puedo y saco mi kunai.

-Haha, ¿Es todo lo qué tienes? Es lamentable, es evidente que alguien como tu no tiene talento ninja, debes esforzarte más. – Me dice hiriendo lo poco que me quedaba de orgullo, jaló lo que es según yo mi último aliento.... Lamento no haberle dicho a mi familia lo mucho que los quería. Entonces me juego mi última carta, lo único que podría salvarlos. "¡Pantera Negra quiero hacer un trato! ¡Sálvalos, sálvalos!" Chillo para mis pensamientos, pero es imposible, no logro escucharla o sentirme mareada, solo mi mano izquierda me quema más.... Provoca que me ponga de rodillas del dolor, ¡Es el fin! Los veo acercarse cada vez más....

Si todo fuera de un color cerezo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora