Capitulo 82

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|| Narra Angie ||

El día en el parque fue un auténtico desastre. La estúpida de la morena no paraba de tocar a Nicola a cada oportunidad que tenía y él, vaya, a él como que tampoco le importaba mucho que lo hiciera. Será cabrón. No tiene ni una pizca de respeto por mí, o juega a ponerme celosa o juega a hacer de cabrón. Como antes. Bah, esa sensación que sucede cuando veo sus ojos, por fuera me debo sentir de lo más tranquila pero por dentro siento que me incendio. Y odio sentirme tan indefensa ante su mirada. Pero yo no soy tonta, tonta no soy. Y no me voy a dejar engañar como una estúpida. Porque tampoco soy estúpida. ¿Sabes qué? Me canse de ser la niña buena. Estoy harta de serlo y que me tomen por tonta. Total. ¿Para qué sentir? Si no te sirve de nada, al final siempre acabas tú con el daño hecho, miles de momentos por olvidar, y el corazón hecho mierda. Además terminas creyendo que todos te van a hacer lo mismo y terminas por no fiarte de nadie. ¿Se puede querer y odiar a una persona al mismo tiempo? ¿Esa que te saca de quicio pero que a la vez te saca una sonrisa en la cara? ¿Esa que a veces es lo peor y a veces lo mejor? ¿Esa a la que intentas ignorar pero que nunca lo consigues? ¿Esa por la que lloras pero a la vez por la que ríes? Creo que la respuesta es sí. Después del parque, dejé a los niños en su casa con Nicola y yo me vine a la mía. Aún no he coincidido con Fiorella, me gustaría hablar con ella, mamá me ha dicho que es muy buena persona. Todo este tiempo, he tenido una duda. ¿Nicola le habrá contado algo de lo nuestro?

-¡¡Angie!! 

-¿Sí? – respondo en un grito mientras me sujeto una toalla al cuerpo.

-¡Tienes visita!

-Acabo de terminar de ducharme. ¡Me tengo que vestir! ¿Quién es? – grito con más fuerza.

-¡Mario! – responde ella y luego los escucho reír.

-¡Sube en 5 minutos!

Rápidamente me coloco la ropa interior y me pongo la ropa que había dejado preparada sobre la cama. Me desato la toalla de la cabeza. Corro al baño y me lo cepillo para después echarme un poquito de mi perfume favorito. Dejo las toallas en el cesto y escucho las escaleras, Mario está subiendo. Suspiro tres veces y miro mi cuarto. Toca dos veces susurro un “Adelante” y pasa.

-¡Sorpresa! – grito abriendo las manos.

Mi habitación está hecha un asco. Se queda parado en la puerta y me mira riendo. Está muy guapo, se ha cortado el pelo y ahora lo tiene de punta. Me gusta.

-Vaya. – susurra.

Se queda mirando mi habitación. Nunca suelo dejarla tirada como la tengo ahora, pero es que no he tenido tiempo de nada. Lo miro y elevo una ceja. El me mira de nuevo y cierra la puerta riendo. Se acerca a mí.

-Hola Angie. – me dijo con su bonita sonrisa. Yo se la devuelvo y le doy un abrazo fuerte. Él me besa en la mejilla. 

-Que guapo. – le digo tocándole el cabello. – Me gusta verte así.

-¿A que sí? - me dice intentando hacerse el chulo. Se separa de mí y se levanta un poco la blusa. – Además mira que de músculos estoy echando. – dice intentado parecer serio. Yo niego carcajeando con la cabeza.

-Ya quisieras chaval. – río y me siento en mi cama.

La verdad que sí está más fuerte. Él carcajea y se sienta encima de mi escritorio mirándome. Mario es un chico increíble. Apostaría todo por él. Si mi corazón ahora mismo no estuviera ocupado por Nicola, me atrevería a decir que Mario sería el chico perfecto para mí. Sé que él aún me quiere, lo noto cuando me mira o cuando me acerco a él, se pone muy nervioso. Yo no le quiero hacer daño. Él me ha ayudado mucho todo este tiempo, ha sido la única persona (aparte de las chicas) que siempre ha estado ahí cuando me encontraba mal y necesitaba apoyo. Yo no sé qué hacer con mis sentimientos. No sé qué hacer con lo que siento por Nicola. Él está con Priscila y parece que…la quiere. No lo sé. ¿Quizás debo olvidarlo? ¿Quizás el destino me ha puesto a Mario en el camino para olvidarlo?

¡Desafío al Corazón!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora