Capitulo 59

422 11 1
                                    

Todos echamos a correr en busca de los sobres. Se me cruzaban por el medio y me impedían seguir corriendo. Corrí dentro de unos altos pinos, por allí no había nadie del grupo. Estaba algo agotada de correr y paré para coger aire. Miré por los alrededores. Observé a Nicola un poco más lejos corriendo y reí levemente. Seguí corriendo y me llamó la atención una rama de un árbol. Fruncí mis ojos, había algo brillante allí. ¡Era un sobre! Sonreí y me froté las manos. Bien. A ver como rayos subía allí. Arrastré una piedra hasta el árbol y me subí encima, me lastimé un poco el brazo, pero eso era lo de menos. Con unos leves saltitos, coloqué mi piernas sobre el árbol y me impulsé hasta arriba, conseguí subirme. Elevé mi mano izquierda mientras me agarraba con la otra y conseguí cogerlo.

-¡Bien! – grité y perdí un poco el equilibrio. Me aferré al árbol con fuerza.

Bajé el pie e intenté tocar la piedra, pero no llegaba. Se me estaba comenzando a agotar la paciencia. Después de unos diez minutos, aún seguía en el árbol intentando bajar. Sentí unos pasos.

-¡Hey! – grité.

-¿Angie? – dijo una voz masculina. Giré un poco mi cabeza y era Vasco. - ¡¿Qué haces ahí?!

-El mono. – bromeé con ironía. – Había un sobre.

-¿Te ayudo a bajar? – dijo riendo.

-No. Gracias.

-Anda venga, - elevó su mano. La observé un segundo y volví a dirigir la mirada hasta él. – Venga. – rió de nuevo.

-No, yo puedo bajar sola. Adiós.

-¿Aún sigues enfadada conmigo? – carcajeó.

-¿Eres gilipollas Vasco?

-Uf, me encanta que me insultes Arizaga. Me encanta cuando te pones así.

-Entonces debo decirte que tienes un ligero problema con tu vida.

Vasco carcajeó fuertemente y observó nuestro alrededor. Luego volvió a mirarme y se subió a la piedra cediéndome su mano. Yo bufé. No había otra forma. Cogí su mano y el tiró fuertemente de mí haciendo que cayera justo encima. Rápidamente me levanté y él tiro de mi mano fuertemente acercándome a su cuerpo. Le empujé fuertemente.

-Como te atrevas a ponerme un solo dedo encima, juro que esta vez te vas a pudrir Vasco. – le advertí señalándole.

Él rió sacudiéndose los pantalones y se puso serio de repente. Juro que sentí una pizca de miedo. Salí corriendo de allí hasta llegar donde estaba Ben, mi respiración iba demasiado rápido. Me senté en una roca y le entregué el sobre.

-Que rápido Angie. ¿Estás bien? Podías hacerlo despacio, no había tiempo. – dijo observándome.

-Sí, solo estoy un poco cansada. – cogí oxigeno y volví a expirar.

Me puse en pie y caminé hasta las maquinas. Introduje un euro y saqué una botella de agua. Si Nicola me hubiese visto con Vasco se hubiera puesto demasiado celoso. Aunque tampoco habría un por qué. Bueno tal vez sí. El simple hecho de que me encuentre cerca suya ya le repatea. Abrí la tapa y tomé agua. Sentí como mi interior se tomaba un descanso. Me senté a descansar mientras comenzaban a llegar los demás. Lo vi al final, corriendo y sin blusa. Elevé una ceja observándolo. Las huecas lo observaban baboseando. Presioné la mandíbula. Justin pegó un salto y le entregó el sobre a Ben. Ben le dijo algo que no logré escuchar y él carcajeó fuertemente agitando su cabello. Riendo giró la mirada hasta mi lado y logró verme. Depositó dos palmadas en su espalda y vino hacia donde yo estaba.

¡Desafío al Corazón!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora