—Vamos Director Meyers, no sea rudo con él, seguro que hay una buena explicación para lo que pasó ¿Cierto? —La suave voz de la doctora intervino para defenderlo. Ella no parecía muy a gusto en su presencia, pero era una buena persona con un alma sensible así que no pudo evitar intervenir. Irina era probablemente la única miembro del personal que no llamaba al director "Ryan".

—¡Claro que había una buena razón! ¡Una rana mutante asesina nos estaba tratando de matar! —gruñó Darla, golpeando el respaldo del sillón. Ella era una peleadora gritona e implacable, incluso en su forma incorpórea estaba dispuesta a pelear con quien sea.

—¿No dices nada? —preguntó el director, parecía impaciente—. Claro que no dices nada ¿Qué vas a decir? —el hombre se pasó la mano por el  cabello, en un ademán de ansiedad.

—Que se vaya al diablo —gruñó Darla, sacándole el dedo de en medio y acercándolo a la cara del tipo—. Siéntese aquí y deje de joder —Ella estaba aprovechando al máximo el hecho de que nadie aparte de Archie pudiese escucharla y este estaba teniendo problemas para mantenerse concentrado en la conversación.

—¿Qué es esa expresión niño? ¿Acaso quieres reírte? ¡Pues hazlo! ¡Así no habrá remordimientos cuando te suspenda! —gruñó, frunciendo el ceño. La cara del hombre se endureció, una vena comenzó a marcarse en su sien, la micro expresión en la cara de Archie hizo que se enfureciera. El Director Meyers era conocido por tener muy mal humor con los alumnos, le reventaba tener que tratar con tantos niños mimados y sobre todo, lidiar con los padres.

Un silencio incómodo llenó la enfermería, aparte de los bufidos de Darla nadie dijo nada más. Parecía que Archie tenía su sentencia firmada, cuando alguien intervino a su favor.

—He sido yo director —La cortina que ocultaba una de las camas se corrió, dejando ver a Maxine Reed, quien estaba sentada al borde del colchón y parecía estar haciendo bola un pedazo de papel.

Archie frunció el ceño ¿Era su imaginación o parecía que ella había estado comiendo hasta hace un momento?

—Señorita Reed ¿Ya se encuentra mejor? —El cambio de voz del hombre fue evidente. Él casi corre a limpiar los zapatos de la chica.

Archie resopló, era obvio, ella era la mejor alumna de la escuela, siempre estaba al tope de la lista y había ganado muchos premios en concursos académicos. Maxine era la alumna favorita de todos los profesores y había aumentado considerablemente el rendimiento del colegio desde que entró.

Claro, el mismo Archie siempre aparecía en el top junto con Sunshine Dickens, Darren Woolf, Courtney Dawson y Kim Chae Ri, sin embargo, la campeona indiscutible era Maxine Reed, ella era  invencible, aunque Darren Woolf tratara de superarla todo el tiempo, nunca había conseguido quitarle la corona a la reina.

—Me siento renovada —aseguró la chica, con mucha seriedad, antes de levantarse de su sitio y caminar hasta pararse a un lado de Archibald—. Sobre el incidente de la silla, lo siento mucho, no era mi intención romperla, traté de usarla para bajar algunos libros y creo que estaba sentida porque se hizo pedazos —Ella suspiró—. Por suerte Archibald estaba ahí para ayudarme, ya me sentía mal desde la mañana, pero el golpe me dejó aturdida y no pude levantarme —Ella hablaba en un tono de voz sencillo y modulado. No había un solo titubeo en sus palabras. Archie trató de no verse sorprendido.

—Esa es mi niña buena —Darla aplaudió, alabando el comportamiento de Maxine antes de girarse hacia Archie, quedando a un palmo el uno del otro—. Yo le enseñé a mentir así.

"¡No es algo de lo que debas estar orgullosa!" pensó.

—¿Eso es cierto? —El director miró a Archibald, cómo esperando que este desmintiera semejante declaración, pero él no era estúpido, si tenía frente a él una salida perfecta entonces iba a tomarla.

Sobre mi cadáver (HDLO#1)Where stories live. Discover now