Trata de una visión propia del autor sobre las aventuras de Ash Ketchum posteriores a su viaje por las islas de Alola, donde tomará (tras ganar la Liga Pokémon de Alola) el desafío de la Liga Orre, famosa por ser inmisericorde hasta con los más fuer...
Tras la llegada de nuestros héroes al distrito Dragón, y como parece ser usual si hablamos de ellos, un evento fuera de lo normal ha tenido lugar, como resultó ser una invasión del Equipo Rocket más violenta de lo acostumbrado por ellos a la zona poblada del distrito, mientras que Ash y Serena fueron enfrentados repentinamente por Jessie y James.
Gracias a la ayuda de Paul, pudieron salir del aprieto en el que se vieron envueltos producto de la batalla que sostuvieron con ellos, en el cual estuvieron a punto de caer por el fondo de un desfiladero. No obstante, algo parece haber afectado negativamente a Delphox, quien se nota realmente debilitada desde la batalla con Jessie y James.
—Lo siento, chicos —les dice a Ash y Serena apenada la Enfermera Joy tras la llegada de ambos al Centro Pokémon—. Pero todas las camas de pacientes han sido ocupadas tras la invasión, y no creo que haya posibilidad de atender a Delphox hasta dentro de unas horas.
Esa es la situación que se presenta en el Centro Pokémon del distrito Dragón. Después del evento acontecido con el Equipo Rocket, varios Pokémon han resultado víctimas de agotamiento, heridas un tanto graves, entre otras dolencias que las máquinas automatizadas y la intervención de Joy y su compañera Blissey se han dado a la tarea de atender con la mayor prontitud. No obstante la labor resulta presentarse increíblemente titánica para ambas.
—Pero enfermera —se apresura a decir con notable tensión Ash, mas de manera comprensiva—, la Delphox de Serena está afectada. ¿No hay posibilidad de conseguir un campo más?
—Como te reitero, Ash, se sale de nuestras manos —manifiesta con pesar Joy—. Si hubiera alguien que pudiera darnos algo de ayuda extra...
—Cuente conmigo, enfermera —aparece en la puerta y con desplante de heroísmo Brock, bien ataviado con su bata de médico—. Esto será un añadido más para mi currículum de doctor Pokémon.
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—Oh, Brock... —vuelve a verlo esperanzada Serena.
—No sabes cuánto te lo agradecemos, amigo —toma Ash una de las manos de su amigo con las 2 suyas.
—Serenos morenos, que estos momentos son para colaborar, especialmente si se trata de personas a las que aprecio —expresa Brock.
—Cielos, y eso que apenas nos hemos conocido, Brock —advierte sonriente Serena.
—Pues, también juega el hecho de que eres la chica de mi gran hermano Ash —admite Brock, ante lo cual los 3 ríen—. Pero bueno, pongamos en esta camilla a tu Delphox, Serena —y el doctor Pokémon saca una camilla portátil que tenía en su salveque.
—De acuerdo —externa la pelimiel sacando la Poké Bola—. ¡Delphox, sal!
—Phoox... —se nota realmente fatigada a la Pokémon de Serena, que además tirita de manera preocupante.
