EPISODIO 58: UN REENCUENTRO DE ALTO CALIBRE

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POKÉMON - LOS PRIMEROS PASOS DE UN MAESTRO

EPISODIO 58: UN REENCUENTRO DE ALTO CALIBRE

—Vaya, Orre no es lo que me habían contado en la escuela de Cerulean City... —comenta una chica que se ve recorriendo un sendero con vegetación algo tupida, que pese a ello permite distinguir su cabellera rojo claro.

—Togepiii... —le dice con algo de esfuerzo un Togepi que está algo debilitado en sus brazos.

—No te preocupes, amigo. Todo estará bien —le dice con voz alegre la chica—. Sabes, me recuerdas tanto a un Togepi que cuidé hace 4 años... ¿Cómo estará él ahora?

—Golduck... —nota algo un Golduck que la acompaña.

—¿Qué ocurre, Golduck? —le pregunta la chica a su Pokémon, que le señala algo—.  ¡Cielos! Pero... ¡si es él!  Y... ¡MIRA NADA MÁS!  ¡Viene... tomado de la mano de...!  ¡DE UNA CHICA!  ¡Y NO DE CUALQUIER... CUALQUIER CHICA!

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—Ahora abre los ojos... —le dice Serena a Ash—.  ¡Tada!  Un Pokélito especialmente hecho para ti.

—Vaya, no te hubieras molestado, querida, pero ¡gracias! —recibe Ash el obsequio de su amada con mucho entusiasmo y empieza a devorarlo ávidamente.

—Come con cuidado, muchacho —le recomienda Will—.  Recuerda que si tragas sin masticar corres el riesgo de ahogarte.

—Sé por qué lo dices, muchacho —comenta con algo de saña Alakazam—.  En la fiesta de su cumpleaños número 9 Will casi se ahoga por comerse de manera apresurada el gran pedazo de pastel que le dieron.  De no ser por mí este chico no hubiera contado el cuento.

—¡Lo que faltaba, el Paramédico de Turno Eterno saliendo a presumir de cómo me ha salvado el pellejo desde la niñez! —se hace el dramático su entrenador—.  No entiendo cómo logras hallar placer alguno en traer esos recuerdos tan ingratos en momentos tan oportunos para conjugarlos con la situación que ocurre.  Eres un caso demasiado particular.

—No es que me dé placer o algo parecido, amigo —se defiende Alakazam—.  Simplemente que me traen nostalgia esos recuerdos.

—Pero vamos, a veces siento que me pones en mal delante de los chicos cuando les cuentas todo eso —insiste Will.

—Pues véngate contándoles de mis desventuras y estamos a mano —le propone Alakazam.

—No caigo tan bajo como tú, amiguito —le dice con mirada maliciosa Will.

—Maestro —llega N hacia Will—, estaba mirando en mi GPS, y por lo visto nos tomará al menos 5 días de viaje llegar hasta Campus Town.

—Sí, es un trayecto algo largo desde Agate Town, muchacho —advierte Will—.  Nos dará tiempo para pruebas, entrenamientos de los Pokémon, admirar los paisajes, conocer el río Mineral, que está muy cerca de donde estamos, y hasta tener una mejor panorámica de Mt. Battle.

—Tengo entendido que Campus Town es un pueblo dedicado a la investigación, a tal nivel que ahí se han levantado centros de enseñanza muy exclusivos —comenta Hilda—.  Lo sé porque el hermano de una amiga mía se fue ahí a estudiar por un tiempo.

—Me gustaría saber si hay una facultad ahí dedicada a la música —les manifiesta Raoul.

—No dudo que lo haya, amigo —menciona Cantor—.  Las grandes universidades del mundo no excluyen las artes de sus programas de estudio.  Claro, la gran especialidad de ellos es la ciencia.

—Siempre he creído que la ciencia es asombrosa —expresa Ash.

—Ay, Ash, siempre decías eso cuando nuestro amigo Clemont salía con uno de sus "ingeniosos" inventos —dice en tono algo pesaroso Serena—.  Aun si estos explotaban mil y una veces.

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