La Criminal. Segunda Parte.

Capítulo 65. Te quiero.

—¿Me concedes esta pieza?

Sonreí como estúpida, estoy tan incrédula y embobada por este hombre. Tomó de mi cuerpo, sus manos en mi cintura, rodeé su cuello con ambos brazos, pegamos nuestros pechos lentamente, para comenzar a bailar lento, de un lado a otro mientras lo veo a los ojos, joder que es perfecto es éste hombre, después recargué mi rostro en su hombro.

—Te ves tan hermosa. -Me susurró cerca de mi oído, me sonrojé-

—El vestido es gracias a ti. -Le recordé que él fue quien lo eligió y compró, me fascina-

Nos dejamos llevar por la maravillosa voz del cantante con su hermosa melodía, nuestros cuerpos pegados creando calor humano es tan exquisito junto a la fría noche.

—¿Harás algo con tus amigos después de aquí? -Me preguntó su voz ronca-

—Probablemente. -Sé que van a querer descontrolarse éste noche, es la última para disfrutar, y probablemente yo también lo haga- Lo más seguro es que a la casa del lago.

—No entiendo como esa casa sigue de pie. -Solté una buena carcajada a sus palabras- Hablo en serio, ha sufrido incendios, explosiones, de todo, y joder, sigue en pie.

—Tienes toda la razón, nos preguntamos lo mismo. -Asentí- Tiene algo esa casa, que siempre nos hace querer regresar a ella.

—Por favor ten mucho cuidado. -Dijo al soltar un buen suspiro, con preocupación en sus palabras- Sé que puedes deferente sola, pero ese bosque está maldito, y siempre que ustedes van a esa casa, hay problemas y alertas para mi departamento.

—Nos portaremos bien Harry. -¿O no?- Confía en mi.

—La última vez que me dijiste esas palabras, terminaste enterrándome un cuchillo en la espalda, creando una explosión en Rusia robando un arma de tercer grado que me prometiste entregar. -Sus palabras fueron tan bruscas y firmes, que me sentí regañada y él molesto, alcé mi mirada para verlo, quien se encuentra tranquilo-

—No lo has olvidado. -Dije al pasar saliva-

—Y nunca lo haré dulzura. -Negó con su cabeza- Por eso no sé que pensar cuando me dices que confíe en ti.

—Perdón. -Solté sincera, mierda ya se me había olvidado el atentado que causamos en Rusia, con una bomba que le prometí a Harry que se la devolvería, nunca hablamos de ello, hasta ahorita-

—No me pidas perdón a mi. -Negaba- Pídete perdón a ti, y a todas las familias que les quitaste a algún miembro de sus vidas, ¿Cómo puedes vivir con eso? -Me separé bruscamente de él, ¿En qué momento la plática se torno en esto?- Y ahora no salgas con que tu eres la enojada, que estás en el peor derecho.

—¿Disculpa? -Pregunté a todas éstas palabras con las que me ha atacado- Harry, si viniste a hablar sobre mi otra vida, prefiero que... -Me interrumpe-

—No. -Negó firme- Sabes bien que no vine a eso, vine a verte en ésta noche que es tan importante para ti, pero me dices que confíe en ti cuando claramente ya me demostraste que no puedo hacerlo, matando a personas inocentes creando uno de los atentados más grandes de la historia de Europa... -Lo interrumpo-

—Cierra la boca Harry. -Le ordené molesta, alzó sus cejas a mis palabras sorprendido, calló- Mejor arréstame de una jodida vez, y nos ahorramos toda ésta plática de acusarme sobre qué he hecho y qué no.

—No se trata de eso... -Lo interrumpo-

—¿Ah no? ¿Joder entonces de qué mierda? -Mi tono de voz comienza a subir cuando estoy molesta- Vienes a pedirme perdón con una maldita rosa, para después sacar todo lo malo que he hecho, ¡Sé que no soy buena Harry! ¡Sé la infinidad de cosas que he hecho a lo largo de mi vida! También sé que no puedo pedirte que confíes en mi, pero yo te advertí como soy, te advertí que no soy normal joder.