Capítulo 42. Perdiste el control.

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—¡Joder! -Maldije molesta al voltear a ver a los oficiales-

Cuando mi mirada se detuvo con Harry, nos vimos a los ojos, sentí como si el tiempo se detuviera para poder vernos, este me vio preocupado, mientras yo lo vi con seriedad.

—¡Cuidado! -Gritó Max al tirarme al suelo con fuerza- ¡Casi te daban!

Los de nuestro equipo comenzaron a dispararle a los oficiales, ellos se tiraron al piso con velocidad. Alex logró dispararle a uno de los hombres que nos disparan a nosotros, balazos por todos malditos lados. Hasta que logré ver, como Harry daba la orden de retirarse de ahí, algunos se quedaron ahí mismo disparando de vuelta como Harry, pero al ver a Joselyn huir de ahí adentrándose en el bosque, una sonrisa se formó en mis labios. Me puse de pie para comenzar a correr a donde ella se dirige.

—¡________! -Gritó Max mi nombre- ¿¡Perdiste la puta cabeza!? ¿¡A dónde vas!?

—¡________! -Gritó Alex por igual-

Los ignoré, esquivé las balas adentrándome más al bosque comenzando a correr a donde ella estaba, la vi por fin, corriendo hacia el sur sin verme aún. Comencé a correr más rápido para alcanzarla, hasta que le solté uno de los golpes más fuertes que he dado, ella cayó al piso, de inmediato se puso de pie volteando a ver quién la había golpeado, sangra de su nariz, eso me reconfortó. Al verme, soltó una risa estúpida.

—Tienes agallas. -Me dijo al limpiar la sangre que le escurría en su mano, cuando la vio, frunció su ceño- Maldita criminal de mierda.

—Veo que no te rindes con ese oficial, flacucha. -Le dije- ¿Te tiene que escupir para que entiendas que no te quiere?

Ella rió sarcásticamente a mis palabras, maldita estúpida.

—Veo que te molesta que nos besemos en frente de ti. -Me dijo burlándose-

—¿A qué te sabe mi saliva entonces? -Le pregunté con una sonrisa, ella borró la suya de su rostro, frunciendo su ceño viéndome con odio- Será mejor que te quites de mi camino si no quieres salir herida.

—Enséñame de lo que estás hecha muñeca. -Me amenazó alzando sus brazos-

—Uy querida. -Dije negando al escapar una risa, alcé mi pistola para que pudiera verla- Y para que veas que juego limpio. -La guardé detrás de mis jeans- Será sin pistola.

Ella se sorprendió de mi acto, no le quedó de otra más que guardar su pistola por igual. Me acerqué a ella para comenzar a pelear. Sabe defenderse debo admitir, pero ni siquiera me llega a los talones. Ella sacó sus chacos, que son dos palos de madera unidos por una cadena corta, comenzó a alardear mostrándome que tan bien podía jugar con ellos, pero no me dejé intimidar, no me importó para seguir peleando, ella me soltó buenos golpes que me dolieron, pero llegó un punto en el que me harté. Mis puños se desataron por completo, me volví loca y la ira me come, mi vista comenzó a nublarse. Comencé a pegarle tan fuerte que ella comenzó a bajar su defensa, dejó caer sus chacos hasta que cayó al piso. No me importó, me puse sobre ella para continuar con mis puños en su rostro, sangre está explotando cada vez más que no me importó si la mataría. Es tanto mi enojo que me dejó sorda de todo lo demás, no escucho el fuego o las patrullas, solo mis puños sobre su rostro. Ella ya no pelea, mientras yo continúo a puño cerrado. Siento cada vez más húmedos mis puños de tanta sangre.

—¡Joder ________!

Por fin alguien me tumbó quitándome de encima de Joselyn, ésta persona me dio una fuerte cachetada para que regresara a la realidad.

—¿¡Qué mierda te sucede!? -Me gritó tan fuerte Jennifer que me hizo regresar de nuevo, escuché el fuego y todo nuevamente, yo permanezco en un transe de enojo impresionante que ella lo notó, se alejó un poco de mi, dándome mi espacio- ¡Casi la matas! -Me dijo alterada- ¡Perdiste el maldito control!

—¿Y qué no es lo que hacemos? -Le pregunté confundida-

—¡No a ellos! ¡Específicamente no a ninguno del equipo del oficial Styles! -Me grita- ¡Conoces las consecuencias!

Volteamos a ver a Joselyn, quien no se mueve en lo absoluto, sangrando y probablemente desfigurada su cara. Trata de hablar, pero ni eso puede.

—Mierda. -Dije al comprender lo que sucede, las consecuencias que se acaban de desatar gracias a esto-

—¡Vine por ti! -Me gritó- Mark llegó con refuerzos en la entrada, ya están corriendo todos para allá y solo faltabas tú. -Me dijo con desesperación- Vámonos de este puto bosque.

—Vámonos. -Le dije-

De repente, comenzamos a escuchar un ruido muy familiar para las dos, a lo lejos, un ruido que solo traía escándalo a todos putos lados. Un maldito helicóptero de la policía llegó al bosque, no, esperen, ¡Son dos! Uno trae una inmensa manguera que es para terminar el incendio. Que escandalosos son, no se puede escuchar nada ahora, crean un escándalo en el bosque molesto para todos. El helicóptero restante, comenzó a alumbrar al bosque para buscarnos con una inmensa luz. Comenzamos a correr lo más rápido posible, hasta que frenamos de golpe al ver oficiales con perros buscando a pocos metros, un perro nos vio y comenzó a ladrar.

—¡Reversa! ¡Reversa! -Le grité a Jenn para comenzar a correr en dirección contraria, de donde veníamos, mientras sacamos nuestras armas-

—¡Esto es un maldito desastre! -Me gritó frustrada- ¡No tenemos puta salida!

Comencé a buscar salidas a mi alrededor, no hay, para un lado el fuego y para otra oficiales y patrullas, la frustración y el estrés comienzan a apoderarse de mi, cuando no veo una salida, esto me sucede. Fuimos alumbradas por una enorme luz del cielo, el maldito helicóptero nos ha encontrado, ambas alzamos nuestras miradas, poniendo nuestra mano como protección a nuestros ojos y esa potente luz.

—Oh, oh. -Dijo Jennifer al pasar saliva- 

—Jennifer... -Le dije temerosamente-

—¿Sí _______?

Tardé en contestar para verificar que es lo que trata de hacer el helicóptero, cuando por fin lo asimilé, dejaron caer dos granadas, directo hacia nosotras.

—¡Corre por tu maldita vida! -Grité-

La Criminal. Segunda Parte.Where stories live. Discover now