Capitulo 112

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             (ÚLTIMOS CAPÍTULOS)

              Misma noche del miércoles.

Christian se acostó. Anastasia estaba de espaldas y tenía las sábanas subidas hasta la nuca. Su espalda subía y bajaba al ritmo de su respiración. Que bonita era... le entraron muchísimas ganas de acostarse con ella, despertarla, oírla protestar por a verla despertado...tal vez para hacer el amor entonces, quitarle la ropa, escucharla excitarse en medio de la noche mientras se subía encima de él, o tal vez escucharla gemir suavemente mientras él la llenaba de con todas sus fuerzas. Sentía tantas cosas cuando la veía. Tantas. Tantas e innumerables cosas. Deseaba besarla, hacerle el amor brutalmente. Pero a la vez... también le gustaba verla dormirse y acurrucarse en su cuello, que se lo besara, que lo llenara de su tibio aliento.

Sacó las sábanas y se arropó junto a ella. Al parecer no lo había sentido todavía. Estaba completamente envuelta en ese sueño. Entonces, bajo las sábanas, paso sus dedos por su cintura descubierta. Su piel estaba caliente. Se relamió los labios. Deseaba tocarla. Tocarla más. Y no lo penso mucho para hacerlo. Metió sus manos bajo la blusa de su pijama. Erizándole la piel en medio de los sueños que en ese entonces estaba teniendo... logró llegar hasta su cuello y volvió a bajar con la misma lentitud.

Ana:- Mmm... - la escuchó decir. Él soltó una bonito sonrisa. ¿Qué pasaría sí en vez de sus dedos, fuera su boca la que la hace sentir todo eso? Se inclinó y mojo sus labios con su lengua húmeda. Suavemente estampó sus labios sobre la espalda descubierta de Anastasia, moviéndola tan deseoso, tan sensual, tan excitante. Pero no quiso subir a tocar su cuello, sí no más bien bajar y tocar la cobertura de sus caderas. Se las beso, esta vez cogiendo los bordes de sus shorts y bajandoselos sigilosamente. - ah... - murmuró ella ahora. Se los había bajado lo suficiente como para besarle el culo bajo la oscuridad. - Christian, para... - dijo riendo.

Christian:- Pensé que dirías otro nombre. - le contestó él. Sus voces eran las únicas que sobresalían a esas horas de la noche.

Ana:- ¿Qué haces ahí? - murmuró ella, ahora abriendo los ojos.

Christian:- Me dieron ganas de... - quiso seguir hablando, pero el cuerpo de Anastasia aplastó el suyo sigilosamente, cubriendo su boca con la de ella.

Ana:- ¿De qué? - díjo mientras lo besaba. Un beso con lengua. Húmedo. Delicioso.
Christian no dudo en empalmarse de un momento a Otro.

Christian:- Nada solo me gusta molestarte. - le acarició las piernas desnudas. - te ves genial durmiendo, provoca follarte ahí mismo....

Ana:- Podrías ser un poco más romántico....- Anastasia le jaló la mejilla.

Christian:- Es que contigo no se puede. - admitió él. - me pones tanto...

Ana:- Siempre me lo dices.

Christian:- No me gusta mentir.

Ana:- Seguro que muchas te ponían asi antes de conocerme....

Christian:- No es eso. - aclaró él. -tu me pones, me excitas, me gustas, me encantas, me fascinas... todo lo que me haces sentir lo tengo impregnado en la piel desde que te conocí. - le un besito pequeño en los labios. - eres especial.

Anastasia se acurrucó sobre él. Se quedaron en silencio por varios minutos. Christian le acarició el cabello sobre la espalda.... Estaba viendo la manera de decírselo de una vez por todas. Anastasia debía enterarse. Debía saber que su propia familia le estaba haciendo daño. Que su propio padre... también estaba detrás de todo lo que había pasado la otra noche con ella.

Christian:- Tengo algo que decírte. - empezó él. Rogaba con todas sus fuerzas para que Anastasia no derramará una sola lágrima más. Simplemente había llorado mucho desde que lo conocía. No lo merecía.

Ana:- ¿El qué? - preguntó ella, aún sin levantar la mirada.

Christian:- Solo no quiero que te afecte... - murmuró - no quiero que llores más por lo que te voy a decir. No vale la pena Anastasia. - le dijo, acariciando su espalda. Ella lo dejo hablar sin interrumpir.

Ana:- Vamos, solo dímelo...

El asintió con la cabeza, dándose fuerzas a sí mismo. Solo tenía que tener agallas suficientes como para contárselo y todo habría pasado...

Christian:- Jack te ha tenido una trampa para llevarte con él.

Anastasia abrió los ojos. ¿Jack? Joder, ahora entendía el porque de que él estuviera allí. Y se le vinieron a la mente muchísimos recuerdos. Recuerdos que jamás quisiera volver a vivir.

El encierro de su padre, las veces que discutían y Jack.... que insistía en casarse con ella, llenándola de lujosos y caros regalos y con bonitas palabras, aunque Anastasia no lo quisiera. Y su padre, que deseaba que se casara con cualquiera, sí eso era suficiente como para que Anastasia olvidará a su secuestrador. Las peleas. Ella no aguantaba ni un día más encerrada.

Christian:- Él es el que esta detrás de todo lo que te paso en la fiesta. - le dijo sin más rodeos. - y no solo él, si no también tu padre.

Secuestrada Where stories live. Discover now