Capitulo 62

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Llegó. Tomó una ducha a la velocidad máxima. Salió y cogió su ropa y las pocas cosas que tenía. Ni siquiera le dio tiempo de peinarse bien. Ni de arreglarse como tanto lo hacía. Y es que nada de eso importaba…solo quería irse… cogió la pequeña maleta que había formado, la misma que había traído hace días. Abrió la puerta de la habitación, decidida a irse y Christian…él la quedó observando.

Christian: - ¿A dónde vas? – le preguntó. Realmente intrigado. Bajó la cabeza, Anastasia apretó la maleta con las manos.

Ana: - No te interesa. – quiso apartarlo, pero Christian la detuvo de nuevo cogiéndola del brazo, la maleta cayó. Anastasia hizo una mueca de dolor. Las cosas iban tan mal…

Christian: - Respóndeme.

Ana: - ¡Suéltame! – le gritó ella. Y él lo hizo. La soltó. No quería que tuviera una imagen equivocada de él. Christian no era así. ¡No! No lo era con ella, podía serlo con el mundo entero pero menos con la única persona que le importaba. Respiró hondo, intentando tranquilizarse.
Ana: – me voy a de aquí y de ti.

La garganta de Christian volvió a anudarse de tal forma que apenas podía hablar. Y ni siquiera le daban ganas… solo quería gritar… gritar y retroceder el tiempo para cambiar su forma de hacer las cosas, para cambiar su pasado y sus secretos, para cambiar los hechos y las causas, para cambiarse él…

Ana: - Ahora déjame salir ¿vale? ¿o qué? - Anastasia hizo que la mirara a los ojos. Que le doliera tanto aquella mirada como todas las que he había dedicado desde que sabía sus secretos.
Ana: - ¿también vas a obligarme a que me quede?

Christian: - No vas a ir a ninguna parte a esta hora. – le ordenó. Recogió la maleta de Anastasia e intentó pasar a la habitación para dejarla ahí, pero ella no se lo permitió.

Ana: - Quiero irme de aquí. – le volvió a decir.
Ana: – quiero irme, ya…ya no quiero verte ni un solo minuto más…joder…- dijo desesperada y apunto de ponerse a llorar.
Ana: - ¿por qué no lo entiendes?

Christian: - Necesitas escucharme… - susurró Christian. Se volteó para que Anastasia no lo descubriera con los ojos húmedos.

Ana: - No quiero escuchar nada. – ella tragó saliva.

Christian: - ¡TIENES QUE ESCUCHARME JODER POR FAVOR! – gritó Christian. Y Anastasia pudo jurar que ese grito se había escuchado en toda la casa. Se estremeció y cerró los ojos, tapándose la cara. Christian trató de respirar tranquilo… de mantenerse igual, pero no pudo. Tiró la maleta al suelo con fuerza.
Anastasia retrocedió unos pasos.

Christian: – necesito que me escuches… - le susurró. Ella no lo miró. No debía. No podía. Retrocedió más, tratando de alejarse de él. Pero Christian lo único que hizo fue acorralarla hasta la pared, ahí…donde no tendría escapatoria más que acurrucarse en sus brazos.
Christian: – por favor… necesito que me des una oportunidad…

Que creen que haga Anastasia le dará la oportunidad??!!

Secuestrada Where stories live. Discover now