Capitulo 91

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Christian la cogió del brazo. El frágil cuerpo de Leila quedó cerca de él. Sin fuerzas. Sin siquiera poder defenderse en ese momento. Y a él… a Christian lo único que se le ocurrió hacer en ese momento fue besarla. Un beso pequeño, que luego se convirtió en algo más grande…y más. Sentía que de alguna forma debía agradecerle por todo lo que había hecho por él. Sabía que Leila no se merecía nada de esto. Era única. Y merecía a alguien que la quisiera por completo. No alguien que tuviera en la mente a otra mujer.

Christian: - Perdón. – se disculpó él.

Ella se le separó. Respiró hondo, mientras se limpiaba las lágrimas, algunas risas se escucharon en las afuera de la casa. Una cerradura. Y la puerta se abrió. Anastasia y Kate entraron. Kate dejó de reír el mismo instante en el que vio a Leila. Anastasia también la miró. Y Leila hizo lo mismo. Cruzando miradas por primera vez.

Leila: - Me tengo que ir. – dijo ella, tímida. Por primera vez había visto a Anastasia. Ni siquiera por foto la había visto antes. Y era preciosa. Sí, mucho. Tan solo con mirarla había comprendido por que Christian se había enamorado de ella. Era bonita y sutil. Y eso…eso solo le molestaba más. Sin decir más, salió de la casa de Christian. Y es que no tenía que decir ni hacer nada más por ahora, todo estaba hecho, y él le había roto el corazón en pedacitos infinitos.

Kate cerró la puerta de la casa después de verla salir, mientras Christian intentaba cambiar de rostro al ver a Anastasia mirarlo dudosa.

Ana: -Saliste temprano… - le dijo ella, dejando las bolsas de ropa en una de las butacas de la mesa.
Ana: - ¿Quién era ella?

Christian se quedó callado, miró a Kate con una sonrisa a medias. Indicándole que tal vez… no era un buen momento para que ella estuviera ahí…necesitaba hablar con Anastasia a solas de todo esto.

Kate: -Bueno yo… iré a ver como me queda esto… - Kate les sonrió a los dos. Cogió sus bolsas de ropa y se las llevó a la habitación en la que dormía con Luke.
Fue en ese momento donde se volvió a hacer un silencio largo, pero esta vez entre los dos solos. Entre Christian y Anastasia. Se escuchaba solamente la respiración de él, de pronto colocó sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón y se apoyó sobre la mesa.

Christian: -Se llama Leila. – le dijo él.
Christian: – es de quién te hablé… - Christian soltó un respiro. Se sentía pésimo por todo esto. Como un idiota sin arreglo. Eso y más. Había cagado todo con Leila. Bajó la cabeza. Joder. Anastasia lo miró enternecida.
Christian: – yo… es que…

Ana: -Christian… - Anastasia colocó sus finas sobre su rostro, subiendo su mirada hacia ella. Chocaron miradas por un largo tiempo. Era el momento más sublime de toda la vida. El mejor. Christian sintió que podría besarla en cualquier momento, así no fuera el indicado
Ana: – cuéntamelo todo, ¿sí? no importa que haya pasado, solo hazlo… quiero que te sientas mejor… que te desahogues.

Christian: -Es que…

Ana: -Nada. - Anastasia lo miró seria.
Ana: – cuéntame, vamos. Soy yo, tu novia…

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