Secuestrada

Capitulo 33

Anastasia abrió la puerta del auto y salió corriendo de ahí. Él de inmediato terminó de desvestirse para ir tras ella. Le tenía ganas. Y ahora no tenía por qué negarlo como antes.

Christian: - Ven aquí… - le dijo una vez fuera del auto.

Ana: - Ven tú… - le dijo Anastasia. Llamándolo con las manos, Christian se fijó en ellas… eso solo hacía que se estremeciera más por dentro.

Anastasia retrocedió unos pasos, alejándose más de Christian, y llegando a tocar el agua del lago con la punta de sus pies. Un espasmo le recorrió el cuerpo.

Christian: - ¿Vas a meterte sola? – le preguntó él. Anastasia le dio la espalda, se metería de una buena vez antes de que sintiera más frío. Christian relamió los labios.
Christian: – mnh, qué lindo… - se sobó las manos, observando el bonito trasero de Anastasia. Con unas finas braguitas que solo enseñaban el trasero.

Cuanto quiso quitárselas en ese momento… pero ella ya había entrado al agua.
Y él la espero aún afuera. Anastasia era preciosa, en todas las facetas, pero algo que a él le gustaba muchísimo era verla mojada. En el sentido literal de la palabra. Cubierta de agua. Una Diosa afrodisiaca. Suya y nada más que suya. Decidió entrar al agua también, aguantándose el frío. Empezó a buscarla, palpando. Hasta sentir la cintura de Anastasia bajo el agua, se la tocó.

Ana: - ¡Christian! – saltó ella, saliendo del agua.

Christian: - Ah, eras tú… - dijo él riendo. Se hundió en el agua para perder el frío también.

Ana: - ¿A quién más esperabas tonto? – le dijo ella, lo vio salir del agua, fue entonces cuando lo abrazó por el cuello, colgándose de él y enredando sus piernas tras la espalda de Christian.

Christian: - A nadie más… - le acomodó el cabello tras la espalda, su cuello quedó libre, para él, para su boca.
Se lo besó de inmediato escuchando un pequeño gemido de entre los labios de Anastasia.
Christian: – solo a ti…

Ana: - Me habías dicho algo antes de salir del auto. - Anastasia le sonrió.

Christian: - Sí… - le respondió él. Apretó sus piernas para que le abrazaran más la espalda.

Los bóxers pronto reventarían. Necesitaba liberar todas esas inmensas ganas que traía dentro de él. Lo necesitaba. Se había acostumbrado a su delicioso sabor, a sus gemidos, a lo bien que se sentía cuando le hacía el amor, la tocaba y de inmediato estaban los dos… besándose, comiéndose la boca. La manera en la que se amaban era única.

Christian: – creo que sabes perfectamente como estoy ahora…

Ana: - La verdad no. – mintió.

Christian: - Pensé que sí. – bajó la mirada, encontrándose con los senos de Anastasia.

Apretados por su cuerpo, su tibia lengua se posó sobre uno de ellos. Anastasia se mordió el labio, apretó la espalda de Christian al sentir su lengua sobre sus dos senos, probándolos como un dulce caramelo. La mataría.

Ana: – necesito…

Christian: - No lo digas… - solo hazlo, pensó. Suavemente besó los labios de Christian.
Christian: – yo también lo necesito…

Él sonrió. De inmediato bajó a Anastasia de su cuerpo, ahora abrazándole la cintura, posicionó sus manos sobre sus caderas, bajando por ellas hasta el límite. Le bajó las bragas. Anastasia se retorcía por dentro, todo esto la enloquecería…quería sentirlo de una puta vez dentro de ella, follándola con todas la fuerzas que tenía su guapo novio. De inmediato hizo lo mismo que él, bajó los bóxers de Christian, mientras ambos se hundían en el agua de nuevo.

Ana: - Y si alguien viene…

Christian: - Sh… - la cayó él. Besándole en los labios.
Christian: – nadie pasa por aquí a estas horas… y si viene alguien, que suerte va a tener de ver esto…

Ana: - Eres un…

Christian: - ¿Tonto?

Ana: - Sí… - le apretó el cuello. Él la aferró ante su cuerpo. Acercó su miembro a la feminidad de Anastasia. Sentía lo caliente que estaba todo haya abajo, amaba esto… joder, jamás se arrepentiría de todo lo que había hecho por ella. Nunca. Arriesgaría su pellejo las veces que fueran necesarias.
Le apretó el trasero y entró en ella con todas las fuerzas de sus caderas.