Capitulo 19

3.1K 327 11
                                    

Ana: - Tu amigo…

Christian: - Espero no te haya asustado, es un cabrón…siempre ha sido así. – Christian abrió una lata de RedBull. Anastasia no le quitaba los ojos de encima. Había escuchado poco, pero lo necesario como para tener ciertas dudas.

Ana: - No me ha asustado.

Christian: - Entonces espero no a verte asustado yo.

Ana: - ¿Te puedo hacer una pregunta? – sus bonitos ojos brillaron de repente. Christian la miró… que bien se sentía perderse en su mirada.

Christian: - ¿Qué?

Ana: - ¿Qué más harás conmigo? –.Y en realidad era la pregunta que se había estado haciendo desde que había llegado ahí.

Christian arrugó la lata, tirándola al pequeño basurero de la cocina. Y es que… ni él mismo lo sabía.

Christian: - Te tendré aquí por un par de días más. – le dijo sin mirarla. No quería que ningún sentimiento estúpido se pasara por él en ese momento.

Ana: - ¿Para qué? – le volvió a preguntar. Esta vez necesitaba saber más información, se puso de pie.
Ana: - ¿vas a matarme, es eso?

Christian: - No digas tonterías.

Ana: - Dime la verdad… lo he escuchado de tu amigo…

Christian: - Te lo dije, es un cabrón. – Christian intentó irse, ahora fue Anastasia quién lo tomó de una mano antes de que él pudiera desaparecer.

Ana: - Dime. – le pidió Anastasia. Christian bajó la mirada, la tibia piel de Anastasia rozaba con la suya tan exquisitamente, le gustaba, le parecía tan sublime. Volvió a mirarla.

Christian: - Te he dicho que no… - susurró él. Ahora ligeramente tímido. Oh mierda. Odiaba con el alma sentirse de esa forma. Como si le costara hablar con ella.

Ana: - ¿Puedo saber por qué? - Anastasia volvió a preguntar. Y quizá esa era la pregunta más absurda que los oídos de Christian habían escuchado. Su propia víctima preguntándole por que no la asesinaba.

Christian: - Que te de igual saberlo ¿vale? No te interesa Anastasia. Es problema mío. – Anastasia la soltó de las manos, intentando irse de nuevo.

Ana: - Pero quiero saberlo… - Anastasia volvió a jalarlo, esta vez del brazo. Y a pesar de que él tenía la fuerza suficiente como para soltarse, no lo hizo. Sus fuerzas habían desaparecido en ese entonces.

Christian: - No quiero ir a la cárcel. No quiero problemas, solo quiero el dinero y te dejaré libre…

Ana: - ¿Solo por eso? - Anastasia lo miró deseosa. Quería escuchar más. Tal vez un…’no te haría daño’ algo que le diera una pista, ¿una pista para qué? Ya ni siquiera ella misma sabía lo que quería.

Christian: - Sí Anastasia. – le respondió él. Y no diría más.
Christian: – no quiero ni un jodido problema más en mi puñetera vida. Ya son bastantes los que tengo.

Ana: - Perdón…

Christian se soltó esta vez, Anastasia lo dejó ir.

Christian: - Y pronto yo también dejaré de ser un problema para ti… - le dijo él. Como siempre. Sintiéndose la mierda más repugnante del mundo. La persona más cruel. El problema más grande. Él y siempre él. Sin pensar que tal vez para Anastasia… y solo para Anastasia, él nunca había sido un problema.
Christian: - pronto te dejaré libre.

Secuestrada Where stories live. Discover now