Capitulo 108

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Christian:- ¡RESPÓNDEME! - gritó Christian. - ¿Que coño le paso a Anastasia?

Luke:- Ella esta bien.

Christian:- ¡HABLA! - lo empujó. Luke mantuvo la compostura, no perdería los papeles por la reacción de Christian.

Kate:- Fue mi culpa. - respondió Kate. Se cubrió el rostro con las manos, para que él no la viera llorar desesperada. Había visto a Anastasia, Luke le había contado en que estado la había encontrado.
Pero decidió callarse lo que había oído.
Dios, Kate no se lo perdonaría a ella misma nunca.- todo esto es mi culpa Christian,yo...yo la deje sola y ella...

Christian:- ¿Le han hecho algo? - se apresuró a preguntar él. - ¿es eso?

Luke:- Ella esta bien ahora. - continuó Luke. - eso es lo único que importa.

Christian:- Te he preguntado si le han hecho algo Luke, no me jodas.

De pronto, una puerta se abrió en el pasillo de las habitaciónes. Era la habitación de Christian. Anastasia se asomó, con el cabello mojado. Había tomado una ducha hace varios minutos, tenía los ojos húmedos...lloraba y eso solo hizo que Christian se preocupara más. La miró a  los ojos, quería que le dijera tan solo mirándolo que todo estaba bien... que ella lo estaba, pero lo que recibió fue todo lo contrario.
Camino hasta su habitación, sin decir nada más, desapareciendo junto a ella.
Traía solamente un camisón antiguo, de esos que Christian ya no usaba hace muchísimo tiempo. Él cerró la puerta.

Christian:- ¿Qué ha pasado? ¿Por qué nadie quiere decirme nada? - cuestionó él, completamente confundido. Anastasia le dio la espalda. Lloraba. Lloraba con fuerza y no quería que él lo notara.
Sus lágrimas caían con rapidez y sin que nadie pudiera detenerlas.
Simplemente no tenía control. Se sentía sucia. Humillada. No se acordaba de absolutamente nada, después de haber tomado esos tragos, pero Kate le había explicado algunas cosas. Trago saliva. No podía hablar. Sus ganas no se lo permitían. Quería cerrar los ojos y que por primera vez las cosas malas fueran solamente una pesadilla.

Christian:- Ven aquí, nena. - la cogió de las manos, volteándola para él. El frágil cuerpo de Anastasia fue dirigido por Christian. - ¿por qué lloras? Qué... ¿Qué ha pasado?

Anastasia apretó los labios. Sentía que ni siquiera podía mirarlo. No podía controlar sus sentimientos. Quería una explicación de parte de él por la llamada, por lo de aquella mujer que había visto en sus pesadillas. Pero al mismo tiempo necesitaba sentir sus fuertes brazos arropándola. Sentir sus labios besar los suyos, y escucharlo decir tonterías....
Se apretó los ojos. Había llorado mucho desde que conoció a Christian....

Ana:- Te llamé... durante la fiesta...- comenzó. Su voz era entrecortada. Si perdía fuerzas en ese momento, solo lloraría sin control y no podría contarle más. - y... tú no contestabas... - las lágrimas salían solas. Y cada sentimiento que a ella le dolía, a Christian parecía dolerle el doble. Era fuerte pero Anastasia era su debilidad. - entonces insistí hasta que... otra persona contesto tu teléfono.

Christian:- Tal vez...

Ana:- Déjame terminar, por favor. - le rogó ella. - me contesto Leila, tu amiga o no se que demonios tenga contigo... - Anastasia se limpió las lágrimas. - me dijo que estaba contigo, pero que tú estabas durmiendo a su lado....

Christian:- ¿Qué... - él intentó rozar sus dedos sobre sus brazos.

Ana:- Suéltame. - le pidió ella, alejándose de él. - ya... ya no quiero más... Christian... esto... esto se esta volviendo peor cada día...

Christian:- Es que no entiendo nada de lo que me dices.

Ana:- ¿Qué no entiendes? - le preguntó ella, completamente indignada. - ¿Qué has estado follando con tu queridísima Leila? ¿eso no lo entiendes?
Entonces... él entró en razón. Todo tenía sentido. Como un rompecabezas de diferentes caminos. Leila cabreada. Reclamándole. Y el que la había dejado sola. Sola con su móvil. Pero es que jamás se imagino que podría llegar a pasar aquello.

Golpeó una de las paredes más cercanas que sus puños pudieron encontrar. Estaba cansado de que las cosas siguieran saliendo mal día tras día. No podía seguir así. Anastasia no se lo merecía. Por primera vez en toda su putisima vida estaba haciendo el mayor esfuerzos para no cometer errores, para ser perfecto para ella... ¿Por qué el mundo le daba la espalda cuando trataba de ser bueno? Lo único que deseaba era ser feliz con Anastasia, nada más... ¿era tan difícil?

Christian:- Nunca sucedió eso. - le dijo. Se volteó. Odiaba que Anastasia lo viera de esa forma. Molesto y a punto de destruir todo a su paso. - nunca, Ana. He estado en la oficina todo este tiempo, ella llego... y yo tuve que salir... dejé el móvil sobre el escritorio. - cerró los ojos ¡Mierda! CRÉEME. - le dijo. - por favor. - se volteó, los ojos de Anastasia se envolvieron en lágrimas de nuevo. Todo esto era muchísimo para una sola persona. - te juro que jamás te engañaría de esa forma....

Ana:- Basta, Christian... ya... ya no importa... - bajo la cabeza.

Christian:- Importa. - le recalco él, y se acercó de a poco a su cuerpo. - me importa, te importa. - le acarició una mejilla, mojando su dedo con las lágrimas de Anastasia. - mírame. - le levantó el mentón con sus manos esto no se va quedar así ¿vale?  Voy a hablar con ella... - le dijo Christian, Anastasia se dejo tocar por él. Lo miró a los ojos. Él la miró también. Cruzando sus miradas. Sus manos se tocaron. Anastasia desvío la mirada. Debía confiar... "Te amo" le díjo él, casi inaudible, tal vez lo había pensado y ese pensamiento se había salido solo de su cabeza, y volando llego hasta sus oídos. La tocó. Suavemente oposicióno sus manos bajo el culo de ella. ¿Por qué no había confiado en él ese entonces? ¿Por qué no había confiado en él en esa fiesta? Era Christian... Simplemente debía confiar en él, no había otra persona en el planeta en quién pudiera creer.

Ana:- Suéltame... - volvió a decirle ella, al notar que Christian había rodeado sus caderas con sus dos fuertes brazos.

Christian:- ¿Por qué?

Ana:- Es que aún tengo algo más que contarte....

Christian:- ¿Y por eso no puedo abrazarte? - la apretó más. Haciendo que el viejo camisón subiera hasta descubrirle las braguitas. Sus piernas quedaron totalmente descubiertas. Cargó el cuerpo de Anastasia a base de abrazos hasta llegar al borde de la cama. Un beso. Dos. Anastasia intento no llorar, sabía que Christian perdería los papeles...- oye... ¿es muy malo? - le preguntó él, entre susurros. Susurros que parecían besos, pues sus labios estaban a pocos centímetros. Ella le rodeó el rostro con ambas manos. Juntando ambas frentes. Christian logró alcanzarle los labios, moviéndoselos y besándola suavemente antes de que empezará a hablar.

Ana:- Prométeme, por favor prométeme que no harás nada malo después de esto Christian, solo prométemelo.

Christian la tumbo delicadamente sobre la cama de ambos. Se acostó encima. Haciendo que ella se sintiera protegida.

Christian:- Cuéntame. - le pidió él. Esta vez más preocupado que antes. Sea lo que sea, no cambiaría la relación que tenía con ella. En realidad nada podía con eso.

Ana:- Christian yo... - Anastasia soltó el aire. Él la miró esperando sus palabras. - tomé demasiado... y.....lo último que recuerdo fue a verte llamado... - se mordió los labios, aguantandose las ganas llorar. - perdóname por favor.... yo.... yo no quería esto, te lo juró... - se tapó el rostro con ambas manos, llenandose de fuerza. Soltó sus manos, debía decírselo. - Luke me encontró totalmente adormecida después de una hora en el baño de hombres de esa maldita discoteca.... - Anastasia observó a Christian. Observó como cambiaba de semblante a medida que ella le contaba lo que sucedió. - habían dos hombres, y yo... yo no me acuerdo de nada de lo que paso.....

Secuestrada Where stories live. Discover now