Capitulo 57

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Ana: - Lo siento… - ni siquiera la misma Anastasia se creía a ver pronunciado esas palabras, después de que él la hubiera golpeado y la hubiera traído hasta ahí. Pero aquella frase y ese par de palabras era justamente lo que necesitaba James en ese mismo instante.
Ana: – de verdad… lo lamento.

James: - ¿Tú por qué? Al fin y al cabo también estás metida con ese… - susurró él. Frustrado. De su viejo vaquero sacó un unos comprimidos. Se los metió a la boca pasándoselos sin necesidad de líquido.
James: – con ese y con todos los que esa noche humillaron a mi hermana.

James apretó los ojos. Esas pastillas siempre lo hacían perder la tranquilidad, lograban colocarlo más nervioso de lo que muchas veces ya se encontraba.

James: - ¿Sabes? Tú tienes la culpa de todo esto bonita… - derribó un par de adornos de la mesa. Anastasia saltó en su sitio.
James: – me gustaría mucho ver la cara de Christian cuando vea como follo a su novia.

Ana: - No ganarás nada. – logró decirle ella. A pesar del enorme miedo que la invadía, tuvo un poco de agallas como para hablar. De prono un nudo se le formó en la garganta.
Ana: – hagas lo que hagas conmigo…tu hermana no regresará.

Y entonces, recibió un fuerte golpe entre los pómulos. Se hecho para adelante, el cabello le cayó sobre la frente mientras sus lágrimas empezaron a desplomarse totalmente incontroladas.

James: - Ya sé que no regresará. – admitió. - resultaste igual de insoportable que el mismo Christian ¿eh? Eso me gusta. – sonrió. Sus ojos se tornaron de un color rojizo.
James: – por eso… - dentro de su mochila sacó una cámara de video más o menos vieja.
James: – él podrá ver lo que hacemos… - la encendió y la colocó sobre la mesa, que quedaba directamente frente a Anastasia. La enfocaba directo.
James: – y sí… le encantará… - volvió a sonreír, y esta vez procedió a quitarse la camiseta de un tirón. Anastasia solo miraba desde atrás… otra vez le dieron ganas de llorar, de correr, de gritar tan fuertemente hasta que alguien la escuchara. Prefería mil veces morir, en vez de estar encerrada con él.

James encendió un cigarro. El humo salió. Espiró y luego dejó salir el humo por la boca.

James: - ¿Quieres? – le preguntó.
James: – es marihuana.

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Christian: -'Piensa…piensa…vamos… tiene que a ver una sola pista en toda esta historia…un lugar'… de pronto, una idea iluminó su cabeza.

Christian: - Está en la casa del lago. – inquirió. ¿Cómo no lo había pensado antes? Era ese el mismo lugar en donde había abusado de Kate. Y Dios…Dios quisiera que no pasara lo mismo con Anastasia. Luke lo miró.
Christian: – iré solo.

Luke: - No, jo.der… no seas im.bécil…

Christian: - ¡Iré solo! No necesito de tu ayuda ni de la ayuda de nadie ¿me entiendes? Todo este jodido problema es mío y nada más que mío. – le gritó a Luke. Cogió sus llaves del auto e intentó irse por la puerta principal. Prepotente. Completamente alterado.

Luke: - ¡Que no! – gritó esta vez Luke, le dio un pequeño empujón. Christian se enojo más. Le habló de cerca.

Christian: - ¿Te das cuenta que en este preciso momento ese hijo de puta podría estar abusando de Anastasia? – le preguntó. Y de pronto, sintió un gran nudo en la garganta. La mandíbula empezó a temblarle, y sus ojos se humedecieron tanto que no pudo evitar derramar una lágrima fina. Respiró aire, pero aun así lloró…lloró como nunca.
Cubriéndose el rostro. Quería morir. Morir…morir ya…pero no sin antes a verle arrancado los huevos a ese animal.

Christian: – hasta…hasta podría matarla… - le dijo con los ojos hinchados. En pocos minutos había llorado todo lo que nunca en su puñetera vida había hecho. Le dolía el alma, el mismo corazón… no podía consigo mismo.

Luke: - Ella está bien…

Christian: - Tú no sabes nada.

Luke: - Tú tampoco. – le dijo directo. Entendía perfectamente en que estado estaba su amigo.
Luke: – y ni tú ni yo lo sabremos si seguimos así ¿vale? ¿te ha quedado claro? Si te vas solo eres capaz de matar a la primera persona que se te cruce en el camino ¿me oyes? Te conozco. – Christian bajó la cabeza, intentó no llorar…pero la mente no lo ayudaba en lo absoluto. Tragó saliva.
Luke: – escúchame. – Christian levantó la mirada. – tú mismo lo dijiste. – le animó. – James no tiene ni la más mínima idea de con quién se ha metido. – Christian respiró hondo. Sabía que todo esto se lo merecía de algún modo. De alguna manera tendría que pagar sus pecados. De alguna manera tendría que limpiar su pasado.
Luke: – y eso lo vamos a demostrar tú y yo.

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