Capitulo 82

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Una vez adentro, Anastasia estalló en risas. Christian dejó la maleta de ella en el suelo y cerró la puerta de la habitación mientras observaba a Anastasia carcajear por un rato. Cruzó los brazos y la miró seriamente, después de unos segundos ella lo notó.

Ana: - ¿Por qué me miras así... - le sonrió.
Ana: - campeón? - dijo volviendo a reír.

Christian: - Basta ¿sí?

Ana: - Oh...te has molestado... - le dijo Anastasia, fingiendo ternura.

Christian: - ¿Qué es lo que te da tanta risa? - sentenció Christian.

Ana: - Que hayas cautivado al hombre de afuera.

Christian: - Era una mujer.

Ana: - ¿Enserio piensas eso?

Christian se quedó callado. A Anastasia le entraron unas inmensas ganas de besarlo. Sí. Así. De un momento para otro deseaba hacerlo. Hacérselo. Le parecía tan tierno todo este problema. Y no veía mejor forma de arreglarlo que a base de besos y caricias.

Christian: - Era mujer y punto.

Ana: - Como digas campeón... - las mejillas de Anastasia se inflaron al aguantarse la risa. Y él no se aguantó ni un segundo más. La tumbó encima de la cama, subiéndose encima de ella. Disfrutó el rostro asustado de Anastasia después de a verse reído de él.

Christian: - Yo solo atraigo mujeres. - le besó el mentón. Anastasia cerró los ojos instintivamente.

Ana: - Afuera no parecía eso...- le retó ella.

Christian: - ¿Cómo te lo demuestro? - se inclinó para besarle la boca, pero no lo hizo, y ella ya se había preparado para besarlo, jugueteó con sus ganas unos instantes.
Christian: - tú más que nadie sabe que no estoy mintiendo. - le bajó la cazadora de cuero por los dos hombros.

Anastasia sintió un escalofrío. Sus piernas entrelazaron la cintura de Anastasia.

Ana: - ¿Te molesta?

Christian: - ¿El qué?

Ana: - Que yo piense eso de ti. - lo miró a los ojos. Enseguida notó como él evitaba su mirada. Como cambiaba el sentido de sus ojos cada vez que ella deseaba con toda su alma mirarlos.

Christian: - Me importa todo lo que tú pienses de mí.

Besó suavemente el cuello de Anastasia. Sus dedos se enredaron con su cabello cuando intento acomodárselo. Anastasia lo abrazó fuerte, mientras sentía las manos de este tocarle la cintura. ¿Qué estaba pasando entre los dos? Joder... No lo podía entender. Ambos estaban tan confundidos que ni siquiera tenían noción de lo que hacían. Peleaban, gritaban, reían.... se besaban....

Ana:- Debes estar cansado - le dijo ella, despeinándole el cabello con sutileza.

Christian:- Un poco.... - mintió él. Pues en realidad lo estaba y mucho.

Ana:- ¿Quieres dormir? - le preguntó ella. Christian se acosto sobre sus senos, ella le abrazó la nuca acurrucándolo sobre su tibia piel.

Christian:- Contigo -

Ana:- Estoy aquí. - Anastasia sonrió involuntariamente. Hace muchísimo que no sentía ese tonto cosquilleo en el estómago. Tonto pero increíble. - ya no quiero pelear....

Christian:- ¿Quién lo hace? - él se levantó para mirarla. Anastasia puso los ojos en blanco.

Ana:- Tú.

Christian:- Y tú también.

Ana:- Es porque tú no quieres hablarme.

Christian:- Sí no te hablé durante el camino es por qué.... - bajó la mirada. ¡Joder! Anastasia lo hacía poner tan tímido. Basta, tenía que lograr mirarla a los ojos como antes. Y lo hizo. - por que aún no puedo creer que hayas venido conmigo después de lo que pasó.

Anastasia se quedó callada. Al mismo tiempo Christian se posicionó a su costado, flexióno los brazos y los colocó bajo su nuca. Por fin había llegado el momento de hablar...

Ana:- Te extrañé... - susurró ella. Tímida. Más tímida que nunca. Sintiendo que el corazón se le salía por pedazos por la boca. Nunca se había sentido así, incluso cuando lo había conocido se había sentido con más confianza que ahora. Christian negó con la cabeza. - ¿lo dudas?

Christian:- Te ibas a casar....

Ana:- No es como tú piensas.

Christian:- Sí sí. Sé que en todo esto tiene que ver tu padre. - esta vez no dudo en mirarla a los ojos de nuevo. Se giró sobre la cama, Anastasia hizo lo mismo. Ambos quedaron frente a frente. - pero... ¿significó algo más para tí alguna vez?

Ana:- Joder, Christian.

Christian:- Te pregunté algo. - le volvió a repetir. Anastasia desvió la mirada. - es... ¿es cierto?

Entonces ella se quedó callada. No podía mentirle. No debía mentirle. Ya había pasado mucho tiempo como para seguir engañandose el uno al otro. Y no quería que las cosas se repitieran de nuevo.

Ana:- Un poco.... tal vez... tal vez solo apreció o algo parecido ya que se comportaba conmigo muy bien. No lo sé Christian....

¡Y había prometido que no se pondría celoso!
Claro... que fácil era pensarlo. Una oleada de celos se paseo por todo el cuerpo de Christian. De pronto le dieron ganas de preguntarle más. Sobre él. Sobre su nombre. Sobre lo que le daba o no. Sobre sí... habían estado juntos o no.

Ana: Hey... - las delgadas manos de Anastasia le acariciaron despacio el torso masculino, subiendo, hasta llegar a tocar su cuello, lo apretó y el rostro de Christian quedó aún más cerca al suyo.- pero no significa nada ahora.

Christian:- ¿Puedo saber su nombre?

Ana:- Se... Se llama Jack....

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