Capitulo 20

3.4K 324 12
                                    

Anastasia entró a ducharse. Tenía la mente ligeramente pesada. Muchas cosas sin explicación se habían aparecido de pronto. Cosas…que jamás le hubiera gustado pensar, o sobre todo…sentir. ¿Pero que coño le pasaba últimamente? No se lo creía. Hace unos días no pensaba más que en irse y no volverlo a ver nunca más y ahora… No Anastasia. Se dijo a sí misma. ¿De verdad crees que Christian va a querer tenerte un tiempo más con él? negó con la cabeza mientras se metía a la ducha.

Christian: - Dicen que cortaran el agua. - Anastasia se sobresaltó y giró para mirar a Christian que acababa de abrir la cortinas de baño. Quiso golpearlo. Pero en vez de eso, ruborizada, se cubrió el cuerpo.
Christian: – espero no te moleste que…

Ana: - ¡No! – le dijo ella. Christian soltó una risa. Se relamió los labios. Anastasia… que hermosa e inocente era. ¿De que se avergonzaba? Si hasta habían follado juntos.

Christian: - Será rápido, te lo prometo. – le susurró él, quitándose la ropa, mientras Anastasia se retorcía por dentro. Volvió a cerrar las cortinas, para no verlo desnudarse ante sus ojos. Aunque la verdad le hubiera gustado quitarle la ropa ella misma.

Christian: reía por dentro. No había oportunidad que no aprovechara para verla de esa forma. Para hacerla enojar de alguna manera. Se inclinó hacia atrás para fijarse en lo que hacía detrás de las cortinas, aún tenía el rostro ruborizado… de pronto bajó la mirada, cubría sus senos con un brazo… y pensar que habían estado en su boca la otra noche. Hay Anastasia. Pensó. Más abajo cubría su feminidad con la otra mano… cuanto deseó quitarla de encima, sí…quitársela con sus propias manos y escucharla estremecerse.

Christian abrió las cortinas.

Christian: - Bien… ¿te parece si hacemos un trato? – le preguntó él. Ya desnudo. Los ojos de Anastasia intentaron esquivar por completo las ganas de bajar la mirada. Solo observó los músculos de Christian, ahora los podía ver mejor que la otra noche. Y cuanto disfrutaba el hecho de saber que los había abrazado por todo el tiempo que había querido. Entró a la ducha junto a ella.

Ana: - Un trato ¿tú?

Christian soltó una risa irónica.

Christian: - Sí un trato. – le dijo.
Christian: – nadie va a tocarse. – le explicó.
Christian: – haremos como si tu estuvieras sola tomando un baño… - la idea le hizo empalmarse en el acto. Trato de no percatarse de aquello. Siguió hablando, al parecer Anastasia no lo había notado.
Christian: – sin mí.

Ana: - Pero estás aquí.

Secuestrada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora